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Un grupo de personas se reúne una vez al mes en algún restaurante de Estados Unidos, en ciudades como Nueva York o Los Ángeles, con el objetivo de cenar desnudos.
Aunque la idea puede parecer escandalosa, en realidad hace parte de un proyecto artístico bautizado como The Füde Experience, que cada vez es más popular en ese país y ya se alista para aterrizar en otras ciudades del viejo continente como Madrid y Barcelona.
La idea nació en la cabeza de Charlie Ann Max, una modelo de tallas grandes de 29 años edad, que por lo menos desde 2020 empezó a liderar encuentros de este tipo, con los que busca cambiar la percepción de las personas sobre su cuerpo.
“Füde es un espacio liberador que celebra nuestro ser más puro, a través de la cocina basada en plantas, el arte, la desnudez y el amor propio”, reseña el proyecto en su sitio web, en donde se explica que el objetivo rector de la iniciativa es hacer posible un espacio seguro en el que los participantes puedan conectarse con otros a un nivel más profundo y explorar su propia identidad.
Más allá de la desnudez, la actividad también ofrece otras actividades como meditación, yoga, trabajos de respiración, arte, dibujo, clases de cocina, y talleres informativos en campos como el mindfulness (atención plena), el autocuidado y el desarrollo personal.
Aunque el espacio está dirigido principalmente a las mujeres, los hombres no tienen vedada su participación, siempre y cuando hayan sido referenciados por alguien más. También tienen cabida todas las personas que tengan identidades de género diversas.
En el caso de las cenas, el proyecto explica que su valor se promedia en los 88 dólares (unos 396.572 pesos colombianos) y son admitidas las personas que previamente hacen una prueba escrita evaluada por el proyecto.
“Al eliminar las expectativas y los juicios sociales ligados a la desnudez, favorecemos la conexión con nuestro cuerpo y el de los demás, de una forma profunda y sin ser juzgados. Personalmente, me ha costado mucho llegar a aceptarme debido a la toxicidad de la cultura del cuerpo. Estar desnuda me ayudó a sanar la dismorfia corporal. Me he hecho mucho más fuerte”, dijo la creadora de The Füde a El País, explicando la filosofía detrás del proyecto.