Está conectado a su cuenta de Instagram y de pronto ve la imagen de un maltrato animal, tan fuerte que debe cerrar sus ojos e intentar retirarla rápidamente de su pantalla. Cree que esa foto no debe estar ahí y quiere encontrar una solución inmediata. Pues esa red social —como Facebook y Twitter, por decir otros ejemplos—, ofrece la opción “Reportar o Denunciar”.
Las redes sociales buscan que los usuarios reporten contenido que no cumple sus llamadas normas comunitarias, las cuales describen qué se permite y qué no en estos espacios. Ofrecen esa alternativa a través de los tres puntos (...) que aparecen en la parte superior y derecha de cada publicación.
“¿Por qué quieres reportar esta publicación?”, “Reportar publicación o buscar ayuda”, “Ayúdanos a entender el problema. ¿Qué hay de malo con este Tweet?”, estos son algunos de los mensajes que las redes envían a sus usuarios cuando reportan un contenido inapropiado.
¿En cuáles situaciones se debe reportar?
En el caso de Instagram, si el contenido es spam (contenido no deseado), inapropiado o se relaciona con:
- Desnudos o actividad sexual (desnudos o pornografía, explotación o servicios sexuales, imágenes privadas o contenido relacionado con un menor de edad).
- Lenguajes o símbolos que incitan al odio (fomentan la violencia o los ataques contra alguien por su identidad o amenazas específicas de daños físicos, robo o vandalismo).
- Violencia u organizaciones peligrosas (amenaza violenta, maltrato de animales, muerte o lesión grave o personas peligrosas).
- Venta de artículos ilegales o regulados (drogas, alcohol, tabaco, armas de fuego, productos para bajar de peso, cirugías estéticas o animales)
- Bullying o acoso.
- Infracción de la propiedad intelectual.
- Suicidio, autolesión o trastornos alimenticios.
- Fraude.
- Información falsa (sobre salud, política, tema social u otro).
También puede elegir la opción “Simplemente no me gusta”.
En Facebook, ante la preocupación de un usuario por una publicación, la red social pide que se seleccione un problema: desnudos, violencia, acoso, suicidio o autolesión, información falsa, spam, ventas no autorizadas, lenguaje que incita al odio, terrorismo...
Twitter, por su parte, ofrece opciones como: no me interesa este Tweet, es sospechoso o spam, comete abusos o es perjudicial, o expresa intenciones de suicidio o autolesiones. Esta red también permite a los usuarios reportar las tendencias, indicando si la consideran perjudicial o genera spam.
Para Twitter, los usuarios pueden denunciar contenidos que incumplen con sus reglas, como:
- Uso no autorizado de marca comercial.
- Uso no autorizado de material protegido por derechos de autor.
- Venta o promoción de productos falsificados.
- Política de privacidad en relación con los niños.
- Explotación sexual infantil.
- Pornografía.
- Suplantación de identidad o usurpación de marca.
- Publicación de información privada en Twitter.
- Comportamiento abusivo y amenazas violentas.
- Spam y abuso del sistema con software malicioso.
- Incumplimiento de la política de Twitter Ads (anuncios).
Para qué sirve reportar
El psicólogo Jesús Goenaga, magíster en Psicología de la Universidad de Antioquia y docente investigador de la Universidad de San Buenaventura (seccional Medellín), considera que esta opción es un mecanismo de regulación social necesario en este tipo de interacción, pues “sirve para establecer criterios normativos que facilitan la convivencia en estos escenarios”.
Para el psicólogo, “muchos hacen uso de la herramienta”. Pero su percepción no la comparte Joaquín Gómez, periodista y profesor de la Facultad de Comunicación Social-Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana y líder del Laboratorio de Periodismo Contexto. “La opción es muy poco conocida”, dice.
Según el periodista, el alcance de esta herramienta es limitado. “Usamos las redes sociales con un criterio reactivo, más para reaccionar que para comunicarnos (...) Aunque hay precedentes, el aporte que esa herramienta pueda hacer es todavía incipiente”.
Diego Buitrago Botero, abogado y coordinador de la especialización de Derecho de las TICS (Tecnologías de la Información y la Comunicación) de la Universidad CES, considera que esta función garantiza a los usuarios el derecho fundamental a que se rectifique o se borre una información que, por inexacta, imprecisa o falsa, pueda afectarle en su individualidad, su entorno social o familiar, su intimidad o su buen nombre.
¿Se queda corta esta opción?
Aunque Goenaga considera que la opción “no es suficiente” ante lo que se ve en las redes sociales, recuerda que, además del reporte que realicen los usuarios, las redes tienen mecanismos de control inicial (inteligencia artificial) para regular lo que se va a publicar, es decir, no permiten, por ejemplo, que se suban a la red ciertas fotografías que violan las reglas.
Al respecto, Facebook ha dicho que emplea “tecnología automatizada y un equipo de revisión para eliminar lo antes posible el contenido” que no cumpla con sus normas. “No eliminamos de Facebook el contenido en función de la cantidad de veces que se reporta”, se aclara.
Para algunos, recuerda Buitrago, esa opción representa una “forma de poder absoluto” por parte de las redes. Por eso insiste en que los usuarios le den el uso debido, es decir, buscando garantizar los derechos. “Desafortunadamente no todos los usuarios la conocen, pues estamos acostumbrados a aceptar los términos y condiciones de uso de la red sin leer a profundidad las obligaciones, los derechos y las responsabilidades que tenemos dentro de ellas”.
Por un mejor comportamiento en línea
Los expertos consultados coinciden en que las normas comunitarias o reglas de las redes sociales terminan enseñando cómo debe ser el comportamiento en la red.
“Cumplen un rol fundamental en la regulación del comportamiento de quienes interactuamos en esta virtualidad”, opina el psicólogo. Buitrago considera que representan el mecanismo más apropiado de autorregulación y autocontrol. Sin embargo, reitera, “debemos realizar mayor divulgación de su existencia, uso y garantías, para que los usuarios tengan claridad sobre su actuar en cada red”.
“Si no hubiese ningún tipo de norma o pauta de interacción podrían ocurrir muchas violaciones”, señala el psicólogo. En ese sentido, los expertos no dudan en recomendar el empleo de esta opción, con el fin de que cada persona activa en estos espacios pueda aportar a una interacción sana, que estimule la salud mental, y así hacer de las redes sociales entornos seguros.
Reportar con consciencia
Recordando el poder que hoy tienen las redes sociales frente al comercio y la movilización de causas de interés público, Gómez dice que cree en la posibilidad de que, por ejemplo, los usuarios se apropien más de la herramienta de reportar y de forma paulatina se puedan producir cambios mayores.
En su opinión, con el uso de esta alternativa se pueden enriquecer la discusión y el debate. “Los usuarios y las empresas tecnológicas tenemos más posibilidad de sintonizarnos frente al uso que queremos darle a las redes sociales”.
El periodista hace un llamado a usar la opción con consciencia. “En muchos casos se utiliza como una especie de venganza, lo cual habla de la forma en que estamos usando las redes sociales, que no es dialogante ni reflexiva. Entonces, si no me gusta el comentario, lo reporto; si siento que esa persona no está de acuerdo con lo que pienso, lo reporto”.
Recuerde que, como lo explica Facebook, si hay algo que no le gusta en la red social, puede ocultarlo, ya que no será eliminado mientras no infrinja las normas comunitarias. También tenga presente que, además de reportar publicaciones, también puede manifestarse (con la misma opción de los tres puntos: ...) ante páginas, grupos, perfiles o comentarios que puedan ser potencialmente infractores.