Las personas tienen alrededor de 100.000 cabellos. Al día suelen perderse entre 50 a 100 hebras. Esto pasa desapercibido porque al mismo tiempo que se pierde, crece más y esto compensa la pérdida natural del cabello.
Sin embargo, la pérdida de cabello, conocida también como alopecia, puede afectar solo al cuero cabelludo o a todo el cuerpo y puede ser temporal o permanente. Cualquiera puede perderlo, pero es más frecuente en hombres que mujeres.
María Fernanda Corrales, dermatóloga de la Universidad CES, explicó algunos factores que pueden causar esta condición.
“Existen factores genéticos, nutricionales, autoinmunes, medioambientales, cosméticos y emocionales que pueden relacionarse con la caída del pelo. En muchos casos se puede encontrar una combinación de estos factores y es por eso necesario hacer un análisis adecuado de cada caso para determinar las posibles causas”, explicó.
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Según la Mayo Clinic, una de las causas por las que ocurre en los hombres es por la alopecia androgenética que está determinada por la herencia. Aunque también podría ocurrir en mujeres.
“Es más frecuente en hombres porque está determinada por la herencia, es una respuesta del cabello a las hormonas masculinas que hace que se adelgace el cabello y finalmente caiga. También puede ocurrir ocasionalmente en mujeres, pero en ellas no se observa la pérdida completa del pelo, sino un adelgazamiento de las fibras capilares y mayor visibilidad del cuero cabelludo”, agregó la dermatóloga.
De hecho, explicó que cada vez hay más hombres jóvenes que presentan entradas o despoblamiento. Esto es por una combinación de los factores genéticos con cambios de la vida moderna como el estrés y la exposición a sustancias que pueden ser dañinas para el cuero cabelludo como la polución, los alisados, los tintes, entre otros”, explicó Corrales.
Por otra parte, del estilo de vida y los ritmos ajetreados se desprende esta causa. Está demostrado que el estrés físico o emocional puede causar pérdida de cabello, principalmente cayéndose en mechones cuando se aplica champú, se peina o se pasa las manos por el pelo. A este tipo de pérdida se le conoce como efluvio telógeno en el que la muda disminuye durante 6 a 7 meses y es temporal, aunque puede volverse crónico, según Medline Plus.
“El estrés y la pérdida de pelo se relacionan porque las fases de crecimiento del pelo se pueden ver interrumpidas por un incremento en el cortisol, que es la hormona del estrés. Esto hace que el pelo entre rápidamente a una fase de caída o que se desenmascaren otro tipos de alopecia que no se habían hecho evidentes hasta que aparece el estrés”, indicó la especialista.
Están también los cambios hormonales y afecciones médicas que pueden ocurrir en el embarazo, trabajo de parto, menopausia y los problemas de tiroides. Este tipo de alopecia es areata, relacionada al sistema inmunitario que causa la pérdida desigual del cabello, infecciones del cuero cabelludo como la tiña y tricotilomanía, un trastorno en el que se arrancan compulsivamente el cabello.
Por otro lado, la pérdida del cabello puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos o tratamientos para el cáncer, artritis, depresión, problemas cardíacos, la gota y presión arterial alta.
Según la dermatóloga, existen tipos de alopecia que se dividen usualmente en cicatriciales (una vez perdido el pelo no se recupera) y no cicatriciales (con un tratamiento adecuado se pueden recuperar).
“Afortunadamente las alopecias más comunes son las no cicatriciales. En el caso de las mujeres, el tipo más común se llama efluvio telogeno y se asocia con déficit de hierro o vitaminas o con situaciones estresantes tanto física como emocionalmente: posparto, cirugías, trastornos de la tiroides, enfermedades sistémicas y estrés. Mientras que en los hombres la alopecia androgenética es la más común”, informó Corrales.
¿Cuáles son los síntomas?
La pérdida gradual en la parte superior de la cabeza es uno de los principales síntomas a medida que se envejece. En los hombres el cabello comienza a retroceder en la línea capilar de la frente y en mujeres se ensancha la raya del cabello. En las mujeres mayores un patrón común es el retroceso de la línea capilar (alopecia fibrosa frontal).
Otro síntoma son las calvas circulares o irregulares pues algunas personas pierden cabello en zonas de calvicie circulares o solamente tienen parches sobre el cuero cabelludo, la barba o las cejas. Podría haber picazón o dolor en la piel.
El aflojamiento repentino del cabello puede deberse a un choque físico o emocional y es posible que se caigan mechones de cabello al peinárselo o lavárselo, incluso luego de tirarlo con suavidad. Esto podría causar un adelgazamiento general del cabello, pero es temporal.
Por otro lado, está la pérdida del cabello en todo el cuerpo. Algunos tratamientos como la quimioterapia contra el cáncer puede ocasionar la pérdida de cabello en todo el cuerpo pero este podría volver a crecer si se interrumpe el procedimiento.
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Por último, podría haber presencia de zonas de descamación que se expanden a todo el cuero cabelludo producido por la tiña —erupción cutánea causada por una infección micótica— que puede estar acompañada de cabellos quebrados, enrojecimiento e hinchazón.
¿Qué puede hacer ante la pérdida de pelo?
Para proteger su cuero cabelludo y evitar que esto ocurra, la dermatóloga recomienda una buena alimentación, controlar el estrés y un buen ciclo del sueño. “Son grandes aliados en el mantenimiento de un pelo saludable”, indicó.
Otras medidas que se pueden tener en cuenta es evitar o disminuir la frecuencia de uso de alisados y tinturas que requieran decoloración previa, pues genera ruptura en la fibra capilar que puede producir alopecia, recomendó Corrales.