Uno de los objetivos de desarrollo sostenible que Naciones Unidas estableció en 2015 está relacionado con la reducción de la tasa mundial de mortalidad materna para el 2030. A cinco años de la fecha límite, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló las preocupantes cifras y las principales causas de esta problemática en los últimos 12 años, la cual es un indicador clave de la calidad de los sistemas de salud de cada país.
La mortalidad materna es el fallecimiento de una mujer durante su embarazo, en el parto o en los 42 días posteriores a este. Hace diez años, la ONU se planteó la meta de que la Razón de Mortalidad Materna (RMM), o sea, el número de mujeres por cada 100.000 nacidos vivos que fallecen por causas relacionadas con la gestación, fuera menor de 70.
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Una de las conclusiones del estudio publicado por la OMS es que las cifras de mortalidad materna no están encausadas hacia este objetivo. La Organización analizó los datos desde 2009 a 2020 de los sistemas de salud a nivel mundial. En este último año, se presentaron 287.000 casos de mortalidad materna, lo que significa que hubo 223 fallecimientos por cada 100.000 nacidos vivos, una cifra tres veces mayor a la que debería alcanzarse en 2030.
Las principales causas fueron la hemorragia obstétrica, un sangrado excesivo durante el parto o después de él, la cual se presentó en el 27% de las muertes. La segunda causa más importante son los trastornos hipertensivos como la preeclampsia, una complicación relacionada con la presión arterial alta durante el embarazo, que ocurre en el 16% de los casos.
Las cifras de mortalidad materna en Colombia
El Plan Decenal de Salud Pública, la política que marca la guía del sistema de salud colombiano en los próximos 10 años, tiene como objetivo que a 2031 la RMM sea de 32 fallecimientos por 100.000 nacidos vivos. De acuerdo con el Dane, en 2023, el indicador fue de 46,9 y los departamentos con las tasas más altas fueron Vichada, Chocó, Guainía y Caquetá.
Gustavo Salazar, ginecobstetra y especialista en Medicina Materno Fetal, asegura que “en Colombia existe una estrecha relación entre la mortalidad materna y las brechas socieconómicas”.
En el país, por ejemplo, se ha evidenciado que más del 50% de las mujeres que fallecen por causas relacionadas al embarazo eran afiliadas al régimen subsidiado. Además, también se destacan las cifras en poblaciones vulnerables: solo en 2020, de las 414 muertes que se registaron, 101 eran de residentes de zonas rurales dispersas.
“La limitación de las pacientes en zonas rurales a tener un mejor acceso a los servicios de salud podría mitigar de manera temprana estos riesgos, así como también la oportunidad de la atención del control prenatal y los partos en centros con el personal e insumos necesarios”, afirma Salazar.
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En el país, al igual que en el resto del mundo, las causas principales de mortalidad materna son los trastornos hipertensivos asociados al embarazo y la hemorragia obstétrica. La literatura científica sobre el tema asegura que más del 90% de casos de este tipo de mortalidad son prevenibles. Por eso, una de las recomendaciones del estudio reciente de la OMS es reforzar la atención materna, como las consultas prenatales para identificar riesgos en las primeras semanas del embarazo.
“Las deficiencias continúan siendo problemas desde la preconcepción, el embarazo no planeado o el embarazo adolescente. La falta de asesoría en la planificación familiar sigue siendo un importante factor de riesgo para prevenir la mortalidad materna en pacientes de riesgo”, concluye el especialista en ginecobstetricia.
