Lauren Flor, la astrofísica que le da un nuevo aire a la astronomía en Colombia

Es la primera profesora de tiempo completo del programa de Astronomía de la U de A y sus estudiantes dicen que “era lo que necesitaba la universidad”. Es una mujer cálida y su pasión, principalmente, es la divulgación científica.

Tiene 33 años y es magíster y doctora en Astrofísica de la Universidad de Guanajuato. Ganó en noviembre de 2022 el premio Mujeres Épicas en la categoría Mujer científica. FOTO: ESNEYDER GUTIÉRREZ.
Lauren lo olvida todo en la cocina. Es su forma de desconectarse del trabajo. FOTO: ESNEYDER GUTIÉRREZ.
Su perra Hypa fue rescatada en México. Lauren no dudó en traérsela para Colombia. FOTO: ESNEYDER GUTIÉRREZ.

Lauren Flor en la cocina suele olvidarlo todo, mientras hace pastas y se toma una copa de vino. Al lado puede estar su perra Hypa de color negro. La rescató en México cuando estudió su maestría y doctorado en Ciencias (Astrofísica) en la Universidad de Guanajuato. También puede estar su novio Mauricio Medina, que es astrónomo. Pero en ese momento la cocina es solo de ella. Es su momento para olvidarlo todo, de desconexión. Él espera. Tal vez pensando en unas pastas con pollo y salsa de cilantro que le gustan mucho, o realmente esperando cualquier preparación, porque ninguna comida hecha por Lauren le ha parecido maluca.

La astrofísica, la profesora, o simplemente Lauren es una mujer trigueña de 33 años, nació en Cali y es física egresada de la Universidad del Valle.

Durante su recorrido profesional ha sido difícil separar el trabajo de su familia, pero poco a poco lo ha hecho. Una de sus maneras, precisamente, es cocinar, haciendo sus pastas o platos mexicanos. En la cotidianidad suele cocinar Mauricio, pero cuando ella cocina, lo hace por el disfrute.

Por fuera de su casa no es solo Lauren, la que pasea a Hypa dos veces al día, sino que también es una profesora del pregrado de Astronomía de la Universidad de Antioquia. La primera mujer que enseña de tiempo completo en este pregrado y la que llegó para darle un aire nuevo, como dice Santiago Sierra, uno de sus estudiantes y a quien le está asesorando su tesis del pregrado.

“La profe Lauren, o Lauren solamente, es lo que a mí me gusta llamar lo que necesitaba la universidad. Había muchos hombres que se ceñían solo al conocimiento y nosotros necesitábamos algo más. Ella llegó con el carisma, la emoción. Con nuevos métodos que nos enseñaron que la ciencia no es solo escribir investigaciones, también es divulgarla y aprenderla de otras maneras”.

Lauren lo olvida todo en la cocina. Es su forma de desconectarse del trabajo. FOTO: ESNEYDER GUTIÉRREZ.

La divulgación

Su interés por la astrofísica sucedió mientras estudiaba sobre meteoritos, cuando hacía su tesis de grado para obtener su título de física. En su tesis empleó, como material de estudio, una roca desconocida que identificó y que había sido hallada en Boyacá por el Servicio Geológico Colombiano, catalogada como meteorito.

En aquella época se encontró con la geóloga planetaria colombiana Adriana Ocampo que realizó un grupo de investigación en Cali y allí se enamoró de la astrofísica.

Cuando llegó a México en el 2013 por una beca que se ganó para hacer su maestría en Ciencias en la Universidad de Guanajuato, Lauren Flor se enamoró de la divulgación científica. Con sus profesores y colegas recorrió en una minivan, que tenía un equipaje de 8 telescopios, las zonas rurales del país por ciudades como León y Guanajuato.

Allá visitaron poblaciones campesinas que nunca habían contemplado el universo desde tan cerca. Para lograrlo, aprendió a armar un telescopio y la recompensa fue increíble. “La gente lloraba observando por primera vez la Luna, incluso se sentían desconfiados y daban una vuelta para mirar el lente porque creían que había un papel pegado al vidrio”.

Lo mismo sucedió cuando observaron los anillos de Saturno, pero este sí lo reconocieron, porque lo habían visto en las páginas de algún libro.

Durante los 6 años que estuvo en México en contacto con estas comunidades, aprendió que la ciencia no solo está en la academia, sino que hay otras maneras de aprender alejadas de las tradicionales, que están en el contacto con comunidades campesinas o por ejemplo, con pescadores, que se guían del cielo y las estrellas para navegar. De ellos también se aprende.

En su maestría y doctorado propuso un análisis estadístico de las características de los exoplanetas y en la primera colombiana graduada de Astrofísica en la Universidad de Guanajuato.

También, durante su doctorado se dedicó a estudiar 46 estrellas orbitadas por exoplanetas grandes que pueden llegar al tamaño de Júpiter, para entender la relación de las estrellas y los objetos que orbitan.

“Descubrimos que los planetas grandes no interactúan ni generan cambios en la órbita de esos planetas. Su composición es tan fuerte que así esté cerca de su estrella, su órbita no va a cambiar. Mientras que otros empiezan a interactuar con la estrella y pueden hacer que su órbita cambie”, explica.

—¿Y para qué pueden servir este tipo de estudios?

—Hay una pregunta crucial que todos nos hemos hecho. ¿Por qué estamos aquí en la Tierra?, ¿cómo se formó nuestro Sistema Solar? Si nosotros comprendemos cómo se forman otros sistemas planetarios podemos llegar a comprender cómo fue el proceso de vida aquí en la Tierra, porque hasta el momento a esta duda no se le ha dado respuesta.

Su perra Hypa fue rescatada en México. Lauren no dudó en traérsela para Colombia. FOTO: ESNEYDER GUTIÉRREZ.

Un conocimiento útil

Por su trabajo en las zonas rurales en México, al llegar a Medellín como profesora de la U de A, tres estudiantes la reconocieron y le propusieron crear un proyecto de divulgación científica para acercar la astronomía a los rincones de Colombia, a otros municipios donde se sabía poco de esta ciencia. La idea surgió por un viaje a Capurganá donde se dieron cuenta de que los pescadores conocían muy bien el cielo y se guiaban por las estrellas para navegar. Eso era astronomía y ellos no lo sabían.

Así fue que liderados por Lauren Flor y con el apoyo de los profesores Pablo Cuartas y Mauricio Medina se creó Hermes, un grupo de divulgación científica con estudiantes de la U de A que creció tanto que, empezó con tres estudiantes y ya son más de veinte los que han visitado colegios para difundir astronomía en regiones como Angelópolis, Fredonia y Marinilla.

Mauricio y Lauren se conocieron en un conversatorio de astrónomos donde hablaron de divulgación y, meses después, en octubre de 2021, ella lo contactó para hacer un evento de astronomía en Cali, porque él también es caleño. Comenzaron a planearlo y se logró hacer el 3 de diciembre de 2022. “Fue bonito ver que el sueño que nos unió lo pudimos plasmar”.

No hay meta que Lauren se proponga y no cumpla. Su novio Mauricio dice que su capacidad de gestionar es envidiable. Desde lo más mínimo hasta lo más grande es capaz de hacerlo, es apasionada y ha nadado contracorriente en un campo en el que la mujer ha estado relegada y los hombres han tomado el protagonismo y definido (al menos públicamente) el curso de la historia científica.

“De Lauren admiro su capacidad de sobreponerse. En el área de las ciencias naturales y sobre todo en la física y en la astronomía hay ambientes que son machistas. Ella no solo se ha construido un nombre, sino también que ha sobresalido y ha procurado que las mujeres que estudian ahora no pasen por lo mismo. Le dio una oxigenación al pregrado Astronomía de la U de A, cuando yo estudié Astronomía faltó una profesora con ese calor humano que le quitara la rigidez al ambiente. A donde llega, lo hace pisando duro”, dice su novio.

No pisó duro solamente en la Universidad de Antioquia. También, en su estadía en México conoció a varias mujeres científicas colombianas como Andrea Guzmán y Valentina Abril. Se reunió con ellas y otras más ubicadas en diferentes regiones del mundo para pensar en la creación de una red de mujeres con la que se pudiera conocer y abrir oportunidades de colaboración y así fue que cofundó Colombianas Haciendo Investigación en Astrociencias (Chia) una red en la que ahora hay más de 80 mujeres colombianas y extranjeras que hacen investigación en Colombia.

Su trabajo, que visibiliza a las mujeres en la ciencia, la llevó a ganar en noviembre de 2022 el premio Mujeres Épicas 2022 en la categoría Mujer científica, organizado por la Revista Level, que destaca a personas que rompen moldes y estereotipos, inspirando a otras mujeres para que con su trabajo acorten la brecha de género.

Y también, cuando apenas regresaba a Colombia en el 2019, creó el Grupo de Astronomía y Astrofísica Macondo (Gaam) junto a su colega Camilo Delgado para avanzar en la astronomía ciudadana, que es la que promueve el acceso a los datos libres, para que los científicos investigadores puedan estudiarlos y generen más contenidos divulgativos.

Lauren Flor, la astrofísica que le da un nuevo aire a la astronomía en Colombia

A la astrofísica le gusta el orden. Procura mantener su hogar limpio y se distribuye las tareas con Mauricio. Pero su escritorio lo tiene desordenado, o más bien, ordenado en el desorden, como suelen tenerlos la mayoría de científicos, confiesa Mauricio. En su mesa tiene un recorte de cuando fue portada en la revista Cromos, un soporte de celular de Mafalda y escarapelas de algunos congresos a los que ha asistido. Le acaba de llegar un calendario de la Nasa y está “gomosa” con él.

Es la mayor de tres hermanas, en Cali tiene otros tres perros y aunque tiene mascotas grandes, su debilidad son los perros pequeños. Es una mujer hogareña, entregada a su familia —tanto que cada que tiene un evento como un congreso o una conversación, los llama para sentirse más segura— y su mayor miedo es que le ocurra algo a su familia o no ser capaz de lograr lo que se propone. “Pero es puro síndrome del impostor, porque ella es capaz”, dice Mauricio mientras se ríe.

Con él le gusta salir a bailar y comer en restaurantes. Tiene un buen sentido del humor, le gusta ver memes y videos graciosos. Como profesora, es una mujer entregada a sus estudiantes, es cercana y humana, más de lo que suelen ser la mayoría de científicos, dicen sus allegados.

Uno de sus estudiantes dice que si no hubiese sido por Lauren habría abandonado la universidad, porque ya no le encontraba sentido a la academia. Ella les entrega todo y recibe su recompensa. No parará de continuar haciendo divulgación científica.

“Mi felicidad es seguir divulgando y aprendiendo de estas nuevas generaciones, de la institución, de la comunidad. Quiero viajar y seguir compartiendo mis sueños con los que quiero”.