En las últimas semanas, diferentes personalidades del mundo del entretenimiento han convertido sus cuentas de redes sociales en escenarios de confesión personal. Frente a millones de internautas, cantantes, actores y músicos han ventilado abiertamente sus pensamientos, sentimientos y hasta afecciones de salud mental. ¿Llegamos al momento en que las redes sociales reemplazarán los consultorios de psicología y terapia?
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Ejemplos hay varios. A principios de febrero, Maluma se hizo noticia por una serie de publicaciones en Instagram sobre la transformación personal que ha estado atravesando. El artista paisa compartió en redes sociales un video asegurando que ha experimentado grandes episodios de ansiedad que no se había atrevido a abordar seriamente. “Simplemente, vivía mi vida. Si estaba aburrido y tenía ansiedad, me iba y me tomaba los chorros con los parceros, o me fumaba algo y me relajaba. Nunca dejaba que el fondo de estas situaciones llegara a mí”, contó el cantante.
El fin de esta publicación era compartir su proceso de sanación y también invitar a sus más de 64 millones de seguidores a pedir ayuda en casos similares.
Otro artista que ha compartido en plataformas y otros medios su experiencia con la depresión es J Balvin. En entrevistas y redes sociales, el cantante ha contado lo que vivió durante los tres años que estuvo ausente de los escenarios, entre 2021 y 2024, cuando se dedicó a “sanar sus demonios”, como él mismo ha dicho. En enero de este año, Balvin volvió a hablar sobre su lucha contra la ansiedad y la depresión, y la importancia de desmitificar las conversaciones sobre este tipo de enfermedades.
Un caso que también se hizo viral esta semana fue el del rapero estadounidense Kanye West, quien publicó una serie de trinos polémicos elogiando a Adolf Hitler, y con comentarios homofóbicos y racistas. Debido a esto, el estado de salud mental del cantante volvió a estar en el centro. En 2016 había revelado su diagnóstico de trastorno bipolar y el pasado 4 de febrero aseguró que recientemente fue diagnosticado con trastorno del espectro autista.
Selena Gómez, la actriz y cantante texana, también ha hecho de la salud mental una de las banderas de su discurso. En redes ha hecho pública su experiencia como paciente diagnosticada con trastorno bipolar. Incluso, en su documental My Mind & Me -estrenado en 2022- relata su paso por un centro de rehabilitación luego de haber padecido un episodio de psicosis.
¿Qué dice la academia?
Rodrigo Mazo, profesor de psicología en la UPB, explicó que estas figuras buscan compartir su vida personal para mostrar un lado humano y cercano a sus seguidores, lo que les permite generar empatía y aumentar su popularidad. Sin embargo, advierte que las redes sociales también abren la puerta a la especulación y el juicio, lo que pone en riesgo su bienestar mental.
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Mazo señala que, aunque estos famosos asumen el riesgo de la exposición, la situación es diferente para las personas no famosas, que pueden enfrentarse a vulnerabilidades mayores al compartir su intimidad en línea. Además, los famosos suelen tener estrategias de protección para manejar las reacciones y los riesgos de su exposición, a diferencia de otras personas que no están preparadas para enfrentar la crítica.
El profesor también señaló que muchas veces estas confesiones de los famosos están relacionadas con campañas de marketing, como el lanzamiento de discos o aplicaciones. El hecho de compartir su vida personal genera expectativas y aumenta su visibilidad.