El selfie stick o palo para tomarse autofotos genera básicamente dos tipos de opiniones: por un lado están los que creen que es útil y disfrutan usarlo, y por el otro los que definitivamente lo rechazan y hasta hacen chistes de quienes lo utilizan.
Nadie nunca se imaginó que este simple invento que busca que los amantes de las selfies consigan una panorámica más amplia de sus fotos, terminaría provocando tanta discordia y mucho menos que entraría en la lista de objetos prohibidos en algunos lugares donde puede ser potencialmente dañino.
Mientras ciudades en las que confluye un alto número de turistas se ven invadidas de personas que mientras caminan o posan llevan el selfie stick en sus manos, los parques de Disney, en algunos festivales de música, un grupo de museos en Estados Unidos, en los estadios del Reino Unido y hasta en el Coliseo Romano les sugieren a sus visitantes dejarlos guardados y sacarse su mejor foto de otra manera.
No hay claridad de quién tomó primero la decisión, pero fue en marzo pasado, tres meses después de que se que popularizara mundialmente el selfie stick, en el que la mayoría de estos sitios empezó a privar a sus asistentes de usarlo para las fotografías. ¿Por qué? Todos argumentan razones de seguridad que propenden por el bienestar de sus visitantes.
“Animamos a los visitantes del museo a tomar selfies y compartir sus experiencias y dejar los selfie sticks en sus maletas”, dijo el Smithsonian, una institución que agrupa 19 museos y galerías, el Parque Zoológico Nacional y nueve centros de investigación en Estados Unidos. Además agregaron: “Esta es una medida preventiva para proteger a los objetos y a los visitantes, especialmente durante condiciones de hacinamiento”, expresaron en un comunicado. Otros de los espacios que lo han prohibido son La Galería Nacional de Washington, el Museo de Arte Moderno de Nueva York y el Museo de Bellas Artes de Boston.