Si alguna vez se ha preguntado por qué tantas personas buscan alternativas a plataformas tradicionales como X (antes Twitter), la respuesta está en una serie de cambios globales que afectan la política, la tecnología y nuevas preferencias de millones de usuarios.
En 2024, apps como Bluesky y Threads no solo compiten, sino que ofrecen algo distinto: un mayor control, menos interferencias algorítmicas y experiencias más personalizadas, impulsado el auge de las redes sociales descentralizadas.
El contexto político ha sido clave en este cambio. La reelección de Donald Trump, sumada a las políticas de Elon Musk en X, generaron controversia en Estados Unidos y Europa, principalmente, lo que empujó a miles de usuarios, incluyendo famosos, marcas y hasta equipos de fútbol, a abandonar esa red y buscar nuevos espacios digitales.
Además, decisiones como el controvertido sistema de bloqueo de X (que ahora permite a las cuentas bloqueadas seguir viendo publicaciones de los usuarios que los restringen) han aumentado el interés por plataformas que privilegian la privacidad y el control personal.
Pero las tendencias sociales también influyen. Cada vez más usuarios están buscando plataformas que les permitan expresar sus intereses (en materia política, cultural, artística, etc.) de manera auténtica y sin censura, priorizando entornos donde el contenido relevante no se pierda en un mar de publicaciones patrocinadas o impulsadas por algoritmos.
Plataformas descentralizadas, ¿el nuevo camino?
El auge de Bluesky está marcando una transformación en las redes sociales hacia modelos más personalizados. Estas alternativas, conocidas también como plataformas descentralizadas, ofrecen mayor control a los usuarios sobre sus datos y contenido, reduciendo la dependencia de algoritmos y fomentando conversaciones y comunidades más auténticas.
Aunque enfrentan retos, como la complejidad para nuevos usuarios acostumbrados a un feed creado por los algoritmos de toda la vida, apps como Bluesky y Mastodon representan una evolución que redefine la experiencia digital, con oportunidades únicas como sistemas de moderación colaborativa y feeds temáticos.
Bluesky: ¿Qué la hace tan especial?
Bluesky fue creada en 2019 por Jack Dorsey, quien fue director de Twitter, y propone un modelo diferente. Basada en el protocolo descentralizado AT Protocol, esta app permite a los usuarios elegir servidores según sus intereses, ofreciendo más libertad y una experiencia menos centralizada.
¿Qué significa esto en la práctica? Los usuarios tienen la posibilidad de personalizar sus feeds, filtrar contenido no deseado y suscribirse a temas específicos. Un control absoluto de lo que se ve y de lo que no. Adiós a los posts virales que, a la final, a nadie le interesan.
Imagine un espacio donde puede crear un feed solo para noticias, memes o discusiones entre sus amigos y conocidos. Esto es posible gracias a algoritmos personalizables de Bluesky.
La plataforma permite explorar feeds temáticos, como “mensajes populares entre amigos” o incluso uno dedicado a “fotos de gatos”, opciones que convierten a esa red social en un espacio muy flexible, adaptado a los intereses individuales.
Pero Bluesky también se distingue por su enfoque en la moderación colaborativa. Los usuarios pueden compartir listas de bloqueo para evitar contenido no deseado, desde spam hasta discursos de odio, una capacidad de personalización que ya ha atraído a más de 15 millones de usuarios, según reveló en días pasados Rose Wang, directora de operaciones.
Otro aspecto importante es que Bluesky permite a los usuarios tener mayor control sobre su identidad digital. A través de su protocolo descentralizado, las personas pueden elegir dominios personalizados para sus perfiles, asegurando una experiencia más única y menos dependiente de una entidad corporativa. Esto refuerza la idea de que los datos y la presencia digital deben ser controlados por los usuarios, no por las empresas, como ocurre actualmente en X (Twitter).
En cuanto a la interfaz, la app tiene flexibilidad para adoptar diferentes niveles de personalización, lo que convierte a Bluesky en una opción atractiva, especialmente para periodistas, académicos y creadores de contenido, esto porque permite explorar temáticas específicas y priorizar contenido relevante.
Threads: la apuesta de Meta
Mientras tanto, Threads, desarrollada por Meta, sigue un camino diferente. Con una conexión directa a Instagram, la plataforma ha logrado atraer a millones de usuarios en poco tiempo. Solo este mes sumó 15 millones de nuevos registros, alcanzando un total de 275 millones de cuentas activas.
Adam Mosseri, su responsable, destacó el compromiso de la plataforma por mejorar las herramientas para los usuarios y, aunque Threads no es descentralizada como Bluesky, Meta ha comenzado a experimentar con funciones que otorgan más control, como la opción de reiniciar recomendaciones algorítmicas.
Sin embargo, críticos como Casey Newton, exeditor de The Verge y fundador del boletín Platformer, señalan que la sensación de comunidad en Threads no iguala la experiencia más democrática y equitativa que ofrece Bluesky, donde las grandes cuentas tienen menos peso.
Un factor que juega a favor de Threads es su integración con el ecosistema de Meta, lo que permite una experiencia más fluida para los usuarios que ya están activos en Instagram. Esto ha hecho que muchos creadores de contenido utilicen Threads como una extensión de sus comunidades existentes, logrando un crecimiento acelerado en regiones como América Latina y Europa, según informes de la empresa, aunque su impacto en la opinión pública, tras su lanzamiento inicial en julio de 2023, no ha sido el esperado.
En cuanto a su funcionamiento, Threads apuesta por herramientas que fomentan la interacción entre usuarios, como encuestas, respuestas en tiempo real y recomendaciones de contenido. Su enfoque, en general, radica en la simplicidad y accesibilidad, lo que convierte en una alternativa viable para quienes buscan un cambio desde X, pero sin complicarse demasiado.
La centralización de Threads, sin embargo, plantea inquietudes sobre la privacidad y el control del usuario, pues al depender de Meta, críticos cuestionan si la plataforma realmente puede cumplir con las expectativas de una experiencia más libre y menos manipulada por algoritmos. De momento, no lo ha logrado y cada día parece perder más terreno ante Bluesky.