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Hay personas que cuando hablan con un recién nacido adoptan un tono exagerado, más lento y cantado, una forma que los niños prefieren antes que el habla de adultos, independientemente de cuántos idiomas estén acostumbrados a escuchar.
Un estudio en el que participaron 16 laboratorios de todo el mundo concluye que los que tienen hasta 15 meses prestan mas atención a la llamada "habla de los bebés" o habla infantil, que existe en prácticamente todas las lenguas y culturas.
"El habla de los bebés tiene un ritmo más lento en todas las lenguas, con un tono más variable, y es más animado y alegre". Unas difieren de otras, sobre todo, en lo exagerado que sea.
El inglés, por ejemplo, tiene una de la formas más exageradas, explica Megha Sundara, profesora de lingüística de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y una de las firmantes de la investigación, que publica Advances in Methods and Practices in Psychological Science.
Dirigido por Krista Byers-Heinlein, profesora de psicología en la Universidad de Concordia en Montreal, el estudio involucró laboratorios en los Estados Unidos, Canadá, Europa, Australia y Singapur. El alcance global de la investigación fortaleció los resultados, dijo Sundara.
El estudio señala además que los bebés expuestos a dos idiomas mostraban también mayor interés por el habla dirigida a ellos antes que el de tipo adulto, y que se interesan por ese lenguaje infantil a la misma edad que el resto.
"De manera crucial para los padres, descubrimos que el desarrollo del aprendizaje y la atención es similar en los bebés, ya sea que estén aprendiendo uno o dos idiomas", dijo Sundara.
La investigación, también referenciada en Science Daily, denota que a algunos padres les preocupa que enseñar dos idiomas pueda significar que un bebé no aprenderá a hablar a tiempo, pero con lo encontrado se demuestra que los bebés bilingües están bien encaminados en su desarrollo.
El equipo observó a 333 bebés bilingües (en inglés y español) y 384 monolingües, con edades entre los 6 y 9 meses y los 12 y 15 meses.
Cada niño se sentaba en el regazo de uno de sus padres mientras se reproducían grabaciones de una madre que hablaba en inglés, con un discurso dirigido a los bebés o a los adultos, desde los altavoces de la izquierda o de la derecha.
El seguimiento informático medía el tiempo que cada bebé miraba en la dirección de cada sonido. "Cuanto más tiempo miraban, más fuerte era su preferencia", explicó Victoria Mateu, otra de las autoras de la investigación.
El resultado fue que los "bebés tienden a prestar más atención a los sonidos exagerados del habla infantil", destacó la investigadora.
En el caso de los niños bilingües, cuanto más estaban expuestos al inglés, mayor era su preferencia por el habla de bebés en comparación con la dirigida a adultos. Sin embargo, incluso los que no habían estado expuestos al inglés preferían el habla infantil inglesa al habla adulta, dijo Mateu.
A medida que avanza la investigación, los padres pueden balbucear con sus bebés en uno o dos idiomas y estar tranquilos sabiendo que no causarán confusión