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Effaclar Duo y la polémica del peróxido de benzoilo: ¿riesgo real o alarma infundada?

El retiro de esta reconocida crema facial en Estados Unidos ha reavivado el debate sobre la seguridad de los ingredientes en productos cosméticos. Mientras algunos expertos advierten sobre posibles riesgos, otros insisten en que el problema radica en su uso y almacenamiento inadecuados.

  • Elegir productos adecuados para cada tipo de piel y seguir las recomendaciones de especialistas es clave para evitar irritaciones y efectos adversos. FOTO Getty
    Elegir productos adecuados para cada tipo de piel y seguir las recomendaciones de especialistas es clave para evitar irritaciones y efectos adversos. FOTO Getty
13 de marzo de 2025
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El uso de productos cosméticos es una práctica cotidiana para millones de personas en el mundo. Sin embargo, algunas alertas sanitarias han puesto en duda la seguridad de ciertos ingredientes utilizados en tratamientos para el cuidado de la piel.

En contexto: En EE. UU. ordenaron el retiro de popular crema facial por posible sustancia cancerígena; también se vende en Colombia

Por ejemplo, en Estados Unidos la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), ordenó esta semana retirar del mercado, como una medida preventiva, la crema facial Effaclar Duo, comercializada por La Roche-Posay, marca perteneciente a L’Oréal, debido a que contiene peróxido de benzoilo, una sustancia que, en condiciones extremas, podría descomponerse en benceno, que es un agente cancerígeno.

Hemos decidido de manera proactiva retirar de los minoristas las limitadas unidades restantes de la fórmula actual de Effaclar Duo”, declaró la compañía en un comunicado de prensa a propósito de la noticia.

Y es que, aunque el peróxido de benzoilo es un ingrediente ampliamente utilizado en tratamientos para el acné por su eficacia antimicrobiana y exfoliante, su almacenamiento y manipulación adecuados son clave para evitar riesgos a largo plazo, motivo que llevó a la autoridad norteamericana a tomar la decisión.

La dermatóloga de la Universidad CES, María Fernanda Corrales Sierra (@mafedermatologia), lo explica mejor: “No es que el peróxido de benzoilo sea cancerígeno por sí mismo, lo que sucede es que, bajo ciertas condiciones —si no se almacena adecuadamente y se deja en temperaturas superiores a 45 o 50 grados—, podría degradarse y transformarse en benceno, que sí es una sustancia con potencial cancerígeno”. No obstante, enfatizó que la exposición a niveles peligrosos de benceno por el uso de estos productos es “altamente improbable” y que aún no se han registrado casos de cáncer asociados a esta sustancia.

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Cabe aclarar que en Colombia y otros países de Latinoamérica, la versión de Effaclar Duo comercializada no será retirada del mercado, ya que “tiene una fórmula distinta que no incluye el ingrediente que ha desatado la polémica y es completamente seguro para su uso”, declaró la multinacional.

Lo cierto es que este caso ha reavivado el debate sobre la seguridad de los ingredientes en productos de belleza y la necesidad de que los consumidores sean conscientes de lo que aplican en sus cuerpos, pues a lo largo de los años, diversas sustancias han sido objeto de controversia por sus efectos en la salud. Entre ellas, están “las fragancias sintéticas, los aceites esenciales y los alcoholes en altos porcentajes, porque existe evidencia científica de que a largo plazo pueden alterar la barrera cutánea de la piel”, indicó David Giraldo (@davidgskin), mágister en Dermofarmacia y Formulación Cosmética.

Y ahí hay un tema subyacente: a pesar de que muchos de esos ingredientes están regulados en muchas partes del mundo, la falta de control sobre productos falsificados o fabricados de manera informal representa un riesgo adicional.

En este sentido, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA) juega un papel fundamental en Colombia al verificar que los productos en el mercado cumplan con las normativas sanitarias. Pero, como señaló la Dra. Corrales Sierra, “existen comerciantes inescrupulosos que reutilizan envases o falsifican etiquetas, lo que hace difícil para las autoridades detectar productos peligrosos antes de que lleguen a los consumidores”.

Por su parte, el dermatólogo Miguel Mateo Cuervo, especialista en Dermatología del Hospital Alma Máter, subrayó la importancia de adquirir productos con respaldo científico y certificaciones rigurosas: “Es fundamental optar por marcas que cuenten con estudios clínicos y regulaciones estrictas. Además, los consumidores deben revisar las etiquetas en busca de advertencias sobre ingredientes potencialmente alergénicos o concentraciones inadecuadas”.

Cuervo también destacó que, en general, los productos de belleza no suelen representar un riesgo por la toxicidad de sus ingredientes, en especial aquellos con registro del Invima, sino por el uso incorrecto de los productos en pieles que no son aptas para ellos. “Es importante asegurarse de que el producto elegido sea adecuado para el tipo de piel, porque si una persona con piel sensible utiliza un tratamiento diseñado para el acné, podría experimentar irritación”.

Para minimizar riesgos, los expertos recomiendan comprar productos en establecimientos reconocidos, verificar que el envase esté intacto y prestar atención a la fecha de vencimiento y a los símbolos de durabilidad del producto una vez abierto. “Si un cosmético cambia de olor, textura o genera irritación inesperada, es mejor suspender su uso y consultar a un dermatólogo”, aconsejó Corrales Sierra.

El retiro de Effaclar Duo en Estados Unidos es un recordatorio de que, aunque los productos de belleza pueden parecer inofensivos, no están exentos de riesgos. Informarse sobre los ingredientes, elegir marcas confiables y seguir recomendaciones dermatológicas son pasos esenciales para garantizar un uso seguro. Si bien las entidades reguladoras desempeñan un papel crucial, la responsabilidad final también recae en el consumidor, quien debe asegurarse de conocer lo que está usando y las posibles implicaciones a largo plazo.

¿Cómo identificar un producto seguro y evitar uno peligroso?

“Lo más importante es elegir productos respaldados por estudios científicos y fabricados por empresas con trayectoria en el sector dermatológico porque eso garantiza que han sido sometidos a pruebas rigurosas. O sea, es recomendable evitar productos sin sustento científico o de procedencia dudosa.

Las etiquetas también juegan un papel clave: los productos de calidad suelen especificar si son aptos para pieles sensibles, grasas o secas, e incluso advierten sobre posibles ingredientes alergénicos. Para las personas con piel reactiva, es esencial revisar estos detalles antes de comprar.

Además, algunas marcas incluyen certificaciones que avalan la seguridad de sus fórmulas. Por ejemplo, ciertos productos cuentan con sellos de organizaciones especializadas, como la Liga contra el Eczema. Estas certificaciones pueden ser una guía útil al momento de elegir un producto confiable”, respondió Miguel Mateo Cuervo.
Mientras, David Giraldo, señaló que las aplicaciones para leer ingredientes no son recomendables a la hora de comprar productos cométicos, ya que suelen basarse en información desactualizada y pueden tener intereses comerciales.

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