Luis Miguel Morantes Alfonso, presidente de la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), no oculta su frustración y desconcierto ante la decisión del Gobierno de ajustar en solo 4,6 por ciento el salario mínimo legal vigente para 2015. Para él, al menos, el alza debió ser de 5 por ciento, para zanjar diferencias entre las propuestas finales de trabajadores y empresarios.
“Es un aumento totalmente precario y muy insignificante”, sentencia el dirigente sindical con asiento en la Comisión de Concertación de Políticas Salariales y Laborales. Así respondió a este diario:
¿Por qué considera insignificante el aumento?
“Porque no se corresponde con la inflación, productividad y crecimiento económico del país y, a la hora de la verdad, al aplicar las fórmulas se distorsionan las cifras. Nuestros estudios arrojan que la productividad oscila entre 1,5 y 2 por ciento, no 0,8, como dice el Gobierno, por ejemplo. Y tampoco se tiene en cuenta la incidencia del trabajo en el Producto Interno Bruto (PIB). Es sumamente grave que se haya perdido la oportunidad de generar más poder adquisitivo en momentos en que es el consumo interno el que está impulsando el crecimiento de la economía”.
Entonces, ¿qué consecuencias ve en esta decisión?
“Aumentará la desigualdad del país y no se dan señales claras de que tienen el poder económico y político para reducir las brechas de ingresos que tienen a Colombia entre los más inequitativos del mundo”.
¿Hay condiciones para el diálogo tripartito en 2015?
“Esperemos a finales de enero, cuando habrá una reunión de la Comisión y se hará balance, por ahora hay acuerdos incumplidos y muchos temas pendientes”.