A sus 7 años, María Valentina Ciro Giraldo aún no camina, pues una parálisis cerebral espástica que sufrió al nacer afectó su movilidad en las extremidades inferiores, aunque a nivel cognitivo se desenvuelve con normalidad: habla, distingue las personas, sonríe, es afectuosa e incluso cursa primer grado en una escuela de Granada, donde vive con su madre y su hermana de 12 años.
María Valentina nació a los 5 meses de gestación, prácticamente sin vida, y en la intervención de choque para revivirla fue que sufrió la parálisis, según relata su madre, Alba Giraldo, quien desde entonces viene luchando por ella y buscando la forma de que la niña mejore su calidad de vida.
“Cuando tenía 18 meses, un neurólogo me dijo que mi hija sería como un vegetal, yo le dije que era un diagnóstico apresurado e iniciamos un tratamiento que ha dado muy buenos resultados, porque mi hija es activa y alegre y tiene muchas posibilidades de mejorar”, relata Alba, quien ante la adversidad no se quedó quieta sino que buscó opciones en la medicina.
Si bien en Antioquia no halló oportunidades, logró contactar la clínica española Fuen Santa (de Madrid), donde a las personas con parálisis cerebral les practican una operación llamada Fibrotomía Gradual, que consiste en la eliminación de las fibras que impiden o dificultan la funcionalidad de las articulaciones. La cirugía no le dará movilidad inmediata, pero con una rigurosa terapia es muy factible que Valentina logre avances en su capacidad motriz. Los galenos que llevan el caso de su hija en Medellín también avalan la intervención.