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El hotel de Marinilla que se ganó dos llaves Michelín

Esta estancia de lujo ofrece turismo de naturaleza y descanso desde la filosofía de la permacultura.

  • A menos de 30 minutos del casco urbano de Marinilla, Cannúa Lodge ofrece una “experiencia excepcional”, según la Guía Michelín. FOTO Manuel Saldarriaga.
    A menos de 30 minutos del casco urbano de Marinilla, Cannúa Lodge ofrece una “experiencia excepcional”, según la Guía Michelín. FOTO Manuel Saldarriaga.
  • Santiago Giraldo, administrador y cofundador de Cannúa junto a Tatiana Hernández, promotora del hotel en agencias de viaje. FOTO Manuel saldarriaga.
    Santiago Giraldo, administrador y cofundador de Cannúa junto a Tatiana Hernández, promotora del hotel en agencias de viaje. FOTO Manuel saldarriaga.
  • Cabaña Junior de Cannúa Lodge. FOTO Manuel Saldarriada.
    Cabaña Junior de Cannúa Lodge. FOTO Manuel Saldarriada.
hace 2 horas
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La Guía Michelín nombró por primera vez los hoteles reconocidos por sus estancias especiales, excepcionales y extraordinarias mediante su nuevo sistema de “llaves”. En Colombia solo dos hoteles alcanzaron las dos llaves: Casa Pestagua en Cartagena y Cannúa Lodge en Marinilla, Antioquia.

Cannúa integra arquitectura regenerativa, descanso consciente y conexión con la naturaleza a través del senderismo, visitas a fincas vecinas y una filosofía de permacultura que guía toda su propuesta. Una visión holística que busca imitar los patrones y relaciones de la naturaleza para llegar al equilibrio social y ecosistémico.

Para la guía, se trata de una “estancia excepcional, donde siempre se garantiza una experiencia memorable, con carácter y encanto”.

Sostenible con el territorio

Ubicado en la vereda Gaviria, Cannúa se integra al paisaje de la montaña en lugar de imponerse sobre ella. La idea nació como una apuesta al turismo de naturaleza, explica Santiago Giraldo, administrador y cofundador: “Nos gusta decir que el hotel es una excusa, el verdadero proyecto es el trabajo con la comunidad”. El predio tiene doce hectáreas, de las cuales nueve son bosque nativo en recuperación. Giraldo cuenta que antes era un potrero con pocas vacas y dos árboles de chachafruto que ahora se conservan como eje central de su estructura. “El objetivo era regenerar no solo la montaña, sino también la comunidad”.

El hotel cuenta con 28 contratos directos, en su mayoría con habitantes de la zona, e integra sus actividades con fincas cercanas productoras de aguacates, orquídeas y ganado. Su construcción dinamizó la economía local: artesanos de la región elaboraron piezas decorativas y se usaron materiales del territorio como bambú, guadua y más de 125 mil ladrillos hechos con la tierra removida durante la obra.

Santiago Giraldo, administrador y cofundador de Cannúa junto a Tatiana Hernández, promotora del hotel en agencias de viaje. FOTO Manuel saldarriaga.
Santiago Giraldo, administrador y cofundador de Cannúa junto a Tatiana Hernández, promotora del hotel en agencias de viaje. FOTO Manuel saldarriaga.

Arquitectura regenerativa

Lucas Henquín, arquitecto del proyecto, explica que Cannúa se adapta a la forma de la montaña: sus niveles siguen el terreno evitando así dañar su forma, y una escorrentía atraviesa el edificio para permitir el flujo natural del agua. También aprovechan el agua lluvia con un sistema de tratamiento propio. La estructura parte de un núcleo hexagonal, reproducido en cabañas y senderos, lo que facilita ampliar en seis direcciones sin grandes movimientos de tierra. Esta geometría es parte de la filosofía de la permacultura que define el lugar, explica Santiago Giraldo, un diseño que hace parte la geometría sagrada al repetirse constantemente en la naturaleza.

La iluminación natural, por medio de espacio abiertos y ventanales grandes, permite reducir el uso de energía, y la vegetación abundante aporta viento, sombra e intimidad. La mezcla de ambas da la sensación de una experiencia inmersiva en el bosque, que además cuenta con senderos y la conexión directa con un camino prehispánico de 13 kilómetros que lleva hasta El Peñol.

Otra de sus ejes, dice Giraldo, es la gastronomía: “No manejamos carne de res o de cerdo por ese mismo compromiso con la sostenibilidad. Pero tenemos otras como pollo, cordero o pescado”. Además de contar con ensaladas preparadas a partir de huertos propios e insumos locales.

Más de 500 toneladas de tierra de excavaciones convertida en ladrillos de Bloques de Tierra Comprimida (BTC) utilizados en la construcción del edificio, evitando más de 200 viajes de camiones con materiales.

De igual manera, afirma que, por medio de programas de protección y conservación, así como de la siembra de más de mil árboles, se ha logrado recuperar 12 hectáreas de bosque nativo, transformar tres hectáreas de potreros en bosques de alimentos y restaurar dos fuentes hídricas.

“No queremos construir más. Ya se calculó una carga y más desarrollo implica más intervenciones. Hoteles bonitos hay en todo lado, hoteles con corazón pocos”. Santiago Giraldo, cofundador de Cannúa.

Cabaña Junior de Cannúa Lodge. FOTO Manuel Saldarriada.
Cabaña Junior de Cannúa Lodge. FOTO Manuel Saldarriada.

Precios y planes

Cannúa tiene 10 habitaciones desde 21 m², seis cabañas de 50 m² y dos junior suite de 65 m². Los precios van de 600.000 a 1.700.000 pesos, con tarifas más bajas para colombianos al reservar por línea directa. La estadía incluye coctel de bienvenida, desayuno, charla de permacultura y caminata guiada por el sendero prehispánico por donde transitó el general José María Córdova.

Aunque han recibido ofertas para ampliar, Giraldo prefiere mantener la capacidad actual. “Nunca vas a ver el hotel repleto; así estemos llenos, la intimidad y el descanso son parte del propósito”.

Aspectos ganadores

Las Llaves Michelin distinguen la excelencia hotelera del mismo modo que las Estrellas Michelin lo hacen en gastronomía. Una llave indica estancia especial; dos, estancia excepcional; y tres, estancia extraordinaria. La evaluación se basa en cinco criterios:

1. El hotel es una puerta de entrada al destino: ofrece una conexión auténtica con el lugar, la cultura local, el contexto natural o la identidad del territorio.

2. Excelencia en diseño de interiores y arquitectura: espacios funcionales, estética coherente, integración con el entorno y decisiones arquitectónicas que aporten a la experiencia.

3. Calidad y consistencia en el servicio, la comodidad y el mantenimiento: comodidad, mantenimiento, atención del personal y estándares que se mantengan sin importar la temporada.

4. Congruencia entre la experiencia y el precio pagado: el valor debe sentirse justo, más allá del lujo

5. Individualidad, que refleje personalidad y autenticidad: un sello propio que lo diferencie de otros dentro de su categoría.

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