El documento es una gran noticia. El trazo que le propone al país despierta el optimismo, está bien hecho, es razonable y consolidado. La incertidumbre está en aquello que decida la clase política sobre si se hace o no.
Como ciudadanos y académicos tenemos que presionar para que, por fin, se avance y dejemos atrás la mezquindad política. Esta es la única vía posible para crecer de manera integral y sostenible.
El tema está en hacerlo realidad, insisto, eso depende de la sociedad en general y de la clase dirigente y política, que realmente deben entender que también serán grandes beneficiados. La biodiversidad es una de las cosas que nos pone en punta en un escenario muy ventajoso frente a todo aquello que pueda hacerse. No necesariamente tenemos que seguir la ruta de los países desarrollados, hay que aprender de ellos para construir un nuevo modelo. El país ahora tiene los elementos para crear un modelo de desarrollo, que cuente con el escenario del cambio climático y la biodiversidad. La misión pasada de sabios, como esta, lo han planteado muy bien. Ambas están aterrizadas en lo que mínimo debería hacerse. Aquí no hay una cultura que entienda lo que es educación, ciencia y tecnología como vías para el gran desarrollo.
