El balance para las industrias de Antioquia en su gestión del año 2017 se puede calificar como agridulce.
Mejores resultados en las ventas de algunas industrias como alimentos, papel y químicas básicas y caídas pronunciadas en hierro y fundición, textiles y otras manufacturas. Para el caso de la inversión neta en sociedades los resultados fueron positivos, jalonados por fabricación de vehículos, muebles, otros productos minerales y actividades de impresión; aunque en sectores como textil y productos de tabaco entre otros, fueron negativos.
La economía antioqueña tiene una ventaja representada en su diversificación que permite en los períodos difíciles compensar resultados negativos, como ha sucedido durante los últimos años.
El reto que se tiene para esta década es vincular y conectar mejor el tejido empresarial regional para construir verdaderas ventajas competitivas y asociarlas a las capacidades institucionales que se han creado en materia de productividad, innovación, formación y acceso a mercados.
