Tenemos una prioridad, que es la de todos los antioqueños: el respeto, la protección y el cuidado de la vida. En los últimos días, en todo el departamento, se ha presentado un promedio de ocupación de las unidades de cuidados intensivos mayor al 80 %, y en el área metropolitana ese promedio es mayor a cinco días.
Como prevención, para evitar un copamiento del sistema de salud, hemos tomado la decisión de decretar la alerta roja hospitalaria. Esto también tiene la finalidad de protección de todo nuestro personal de salud y mantener la capacidad que ese personal debe tener para seguir atendiendo esta pandemia del covid-19.
En la primera declaratoria de alerta roja, en julio, había cuarentena. Hoy, en esta segunda, la economía está abierta y por eso la posibilidad de más altos niveles de contagio. Esta alerta roja implica suspender o diferir intervenciones, procedimientos quirúrgicos y atenciones no urgentes en las instalaciones hospitalarias, para tener disponible personal médico como equipos e insumos para atender covid-19 y otras situaciones urgentes. Seguiremos haciendo esfuerzos para aumentar las unidades UPI y UCI. Esperamos coordinar con el Gobierno y los municipios, las medidas pertinentes para evitar que las reuniones de Halloween se conviertan en una fuente de contagios. Tenemos que proteger nuestros niños.