Respecto a la situación que vive Colombia, la Secretaría General de la OEA reconoce la protesta pacífica como un derecho básico, fundamental que debe ser protegido y amparado por la institucionalidad democrática. Los derechos de los que no protestan también deben ser amparados. El derecho a la protesta no puede ser un pretexto para vulnerar los derechos fundamentales de la población, como la salud, el trabajo, la educación, la libre circulación. En ese sentido, se exhorta al cese de los bloqueos cuando violan estos derechos fundamentales de la gente.
Hemos condenado y condenaremos la violencia policial, especialmente los casos de tortura y asesinato cometidos por las fuerzas del orden.
Valoramos la judicialización de aquellos que han transformado la protesta en vandalismo y que han confundido el vandalismo con acciones de naturaleza terrorista contra las instituciones y las autoridades del Estado.
La Secretaría General de la OEA exige a los actores externos e internos que inducen a la violencia y desinstitucionalización del país a detener estas acciones, y hace un llamado a los grupos violentos organizados a cesar sus acciones criminales.
Damos nuestro respaldo al proceso de diálogo que se ha iniciado y llamamos a todas las fuerzas sociales y políticas a sumarse