Dramática es la situación para los veinte mil habitantes del municipio de Arboletes, quienes se quedaron sin agua desde el pasado mes de enero, debido a la intensa sequía que azota la región. El pueblo, centro del turismo en Urabá, se surtía de una laguna y otras fuentes que desaparecieron por la extensa ola de calor, cada vez más frecuentes, como consecuencia del cambio climático. La gente sobrevive gracias a la distribución del líquido por medio de carro tanques de la Alcaldía y la Gobernación dispuestos para tal fin. El drama aumenta por la amenaza del covid-19 y el tránsito de personas extranjeras. El problema exige solución urgente y definitiva.
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