Poco a poco se están conociendo cuáles serán las bases de la reforma tributaria que en los próximos días presentará el nuevo gobierno al Congreso de la República. La reforma se hace necesaria por las dificultades fiscales que hoy se presentan y la necesidad de aumentar el recaudo para poder financiar la inversión social y garantizar la dinámica de las obras públicas en infraestructura.
Un principio general que enunció con claridad el ministro de Hacienda es la necesidad de que Colombia se adecue a la norma internacional que hace que los países basen su estructura tributaria en un mayor recaudo de las personas naturales en relación con las empresas, en el entendido de que estas últimas son las que generan riqueza. Esto lleva a la necesidad de reducirles los impuestos, por medio de la modificación de su impuesto de renta y la eliminación o reducción de otros impuestos que las afectan, como es el caso del impuesto de industria y comercio (ICA). Un segundo principio, es que todo esto se hará respetando la regla fiscal, lo cual implica que la rebaja de los impuestos a las empresas debe compensarse con un aumento más que proporcional de carga tributaria en otros sectores.
Al respecto, una de las propuestas que se conoció la semana pasada fue la de ampliar el IVA a todos los productos y servicios incluyendo todos los de la canasta familiar. La idea es devolver el impuesto a las ventas que le sea cobrado a la población menos favorecida. Para el ministro de Hacienda proceder de esta forma llevaría a reducir la desigualdad, puesto que quienes se benefician de los descuentos y exenciones del impuesto son los más ricos y, al final, con la devolución del tributo a los más pobres se puede ampliar la base sin perjudicarlos.
Sin conocer todavía un texto definitivo de la reforma tributaria se impone la prudencia al analizar las declaraciones oficiales hechas en las asambleas gremiales. Al respecto, lo primero que se requiere es poder evaluar la propuesta del IVA en el contexto general de la reforma tributaria. De otro lado, hay que recordar que en el pasado se había conocido una iniciativa similar que no prosperó por ser inviable técnica y políticamente.
Es muy probable que los adelantos tecnológicos hagan que hoy sea factible devolver el impuesto a los más pobres y con esto se superen algunos de los obstáculos del pasado. Sin embargo, faltan por conocer los detalles de la propuesta en cuanto al monto que se pretende recaudar con los cambios que se están introduciendo, así como precisar otras modificaciones en la estructura del impuesto y en las tarifas que se piensan imponer.
Las posibilidades políticas de la propuesta individual son otra historia. Por su sensibilidad es un tema que solo puede prosperar si tiene un amplio respaldo en la opinión pública y en el Congreso. Hasta ahora la iniciativa ha sido muy cuestionada y son pocos los respaldos que ha tenido. No se ve todavía que se consolide un movimiento que la apoye y la haga viable, para lo cual es indispensable conocer lo que piensa al respecto el presidente Duque, para empezar a sopesar el respaldo que puede alcanzar la polémica iniciativa.