Dos orejas se cortaron el sábado en la segunda corrida de la Vigésimo Quinta Feria Taurina de La Macarena. Pero como suele suceder en la fiesta brava, son solo frías estadísticas en una tarde donde hubo diversos matices, algunos agradables y profundos y otros simplemente para olvidar.
Como siempre, un encierro de Santa Bárbara como para ilustrar medio año en un almanaque. Finas estampas de toros hermosos y bien hechos. Los tres primeros muy bravos, los restantes complicados. Se ganó a ley la vuelta al ruedo Cantaclaro, lidiado en segundo lugar. El solo hecho de ver un castaño de esos en el centro del ruedo es un espectáculo para cualquier taurino.
De los toreros: tres estilos diferentes, pero una sola verdad: valor y honestidad.
Andrés Roca Rey había despertado la mayor expectativa y aunque no redondeó un triunfo rutilante, sí dejó claro la sapiencia y el dominio de la profesión que tiene con tan sólo 19 años. Torero variado (desempolvando suertes no muy vistas), recursivo y valiente. Ejecutó dos buenas faenas de capa y a trajeroto. Al primero le cortó una oreja tras una vistosa faena de muleta culminada con un estoconazo. En el sexto expuso, pero no pudo ligar.
Manuel Jesús El Cid, que abrió la terna, saludó en sus dos turnos desde el tercio tras dos faenas antagónicas. La primera lenta y muy artística y la segunda en plan de lidiador. Torero carismático que nunca escatima esfuerzo para agradar.
Manuel Libardo demostró porque es uno de los colombianos más placeado. Torero cerebral, muy templado y profundo con el bueno Cantaclaro al que le cortó una oreja. Con el sobrero de Achury Viejo en su segundo turno estuvo valiente y poderoso, pero no redondeó.
La de apertura
Poco se vio en la corrida de apertura del viernes 5, una noche fresca con poca asistencia de público. Un encierro de Rincón Santo que no superó las expectativas.
Manuel Escribano puso ganas, valor y con él se vieron los únicos lances y muletazos agradables de la noche en su primer toro, tras una impresionante cogida en banderillas donde el toro lo lanzó por los aires hasta el callejón, en un percance que pudo haber sido muy grave.
Guerrita Chico cumplió y con sapiencia supo lidiar, sin mayor lucimiento, los dos complejos ejemplares que tuvo al frente.
Lo de Posada de Maravillas fue desafortunado para una plaza de primera. Torero sin sitio que desaprovechó lo poco que tenía el sexto toro y que no supo resolver las dificultades del tercero.
El próximo fin se semana habrá un triplete de festejos para cerrar la feria. El viernes 12, la tercera corrida, con toros de Achury Viejo para El Cid, Daniel Luque y Sebastián Ritter. El sábado 13 toros de Ernesto Gutiérrez para el rejoneador Diego Ventura, Iván Fandiño y Luis Miguel Castrillón. El domingo 14 será la novillada en la cual antioqueño Juan de Castilla lidiará en solitario seis ejemplares de diversas ganaderías.