A escasas horas del cierre de la frontera con Colombia decretado por el presidente Nicolás Maduro, todos los venezolanos, y especialmente el pueblo tachirense ha podido apreciar los beneficios que ha traído la medida para el país y su vida. Como por arte de magia, desaparecieron las interminables colas frente a las gasolineras del Estado Táchira, y de forma repentina, en menos de 72 horas aparecieron varios productos de la cesta básica en muchos anaqueles.
El desabastecimiento provocado por el contrabando de extracción hacia Colombia de los productos de primera necesidad regulados por el Estado revolucionario (hechos en Venezuela o importados por el mismo), había llegado a niveles tales que los venezolanos solo podían obtenerlos comprando directamente a los bachaqueros, o debían atravesar las fronteras hacia el vecino país para adquirir los productos a precios especulativos (...)
El saqueo de Venezuela es dantesco (...) El gobierno obrerista del presidente Nicolás Maduro ejecutó las medidas restrictivas de paso en salvaguarda de la integridad territorial y de los intereses de las mayorías del pueblo venezolano, que enfrenta con estoicismo las consecuencias de una guerra bien diseñada por el imperialismo estadounidense, pero orquestada por la narco-burguesía colombiana (...).