El próximo año traerá un gran reto, tanto para la Alcaldía como para la Gobernación, pues tendrán que blindar la ejecución del gasto de la interferencia de las elecciones para que los recursos públicos no terminen siendo aprovechados en términos políticos, beneficiando a un candidato o a contratistas.
Y el otro reto tiene que ver con la ejecución de unas obras muy importantes en un período que se ve reducido por la ley de garantías. No es solamente saber en qué invertir los recursos, sino hacerlo con todas las garantías de transparencia en un año electoral.
En Colombia hay un problema grave que tiene que ver con las bajas ejecuciones, cuando el dinero se queda guardado, que por fortuna no lo hemos vivido aquí, pero hay que llamar la atención sobre los riesgos que trae el próximo año. Y hay rezagos importantes que hay que subsanar, sobre todo en Medellín, con la obra estratégica más importante que sería el sistema de parques del río, que si no se ejecuta de manera adecuada el próximo año afectaría incluso la aplicación del Plan de Ordenamiento Territorial que estuvo armado a partir de ese eje estructurante y si no se ejecuta en forma adecuada dificultaría aún más el ordenamiento territorial.
O sea que hay que dejar listas estas obras, en un escenario bien paradójico, de menor tiempo y blindaje del gasto en términos políticos.