Tiene razón el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, cuando dice que hay una violación a los tratados. Y no nos tenemos que escandalizar porque nos violen. Eso es lo que ha hecho Estados Unidos toda la vida. Viola los tratados, viola los acuerdos.
Esta situación actual debe ser un motivo para revisar y si es necesario renegociar lo que todos esos tratados de libre comercio conllevan. Hay una cláusula que así lo permite.
El ejemplo del acero y el aluminio se repite en otros productos. Y no solamente están impidiendo la entrada de esos elementos en bruto, sino los productos que tienen esos componentes. Es válida entonces la solicitud de sentarse con EE. UU. a mirar la incertidumbre que ha creado esta situación.
La respuesta de la Ministra Gutiérrez de que no nos pongamos de machitos es una señal muy negativa para el país. Es reemplazar, por el truco un poquito con sabor a vasallo, una diplomacia comercial transparente y clara. Colombia tiene que demandar un tratado que de por sí ha sido poco asimétrico para el país y que además ahora lo empeoran.
Y hay un efecto colateral tras la negativa de EE. UU. sobre el acero y es un posible ingreso masivo de ese producto por vía desviación del comercio, quizás con dumping, de esos sobrantes de acero que ya Estados Unidos no va a comprar.
