En Medellín Cómo Vamos hemos advertido sobre los riesgos administrativos, políticos y fiscales de convertir a Medellín en un Distrito. Algunos de los riesgos que hemos señalado son:
1. Se hace un reordenamiento territorial de la ciudad, sin que exista un diagnóstico social, político y fiscal. Esto puede llevar a que rompa la larga tradición de construcción institucional de la ciudad, sin que se cree valor agregado para la gestión y la mejora de la calidad de vida.
2. Se generan altos costos administrativos y burocracia, sin que se hayan hecho estudios de viabilidad financiera.
(...) 4. Medellín, si se convierte en Distrito, no tendrá ingresos diferentes a los que hoy ya tiene como Municipio.
5. Se pone es riesgo al presupuesto participativo.
6. Se ponen en riesgo las finanzas del Departamento de Antioquia, de Corantioquia y del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
7. No se generarían beneficios económicos claros, ni se impulsaría la innovación a través del tipo de distrito que crea la Ley 1617 de 2013.
(...) 9. La concepción de la figura del Distrito como una estructura administrativa con un solo alcalde que fusione a todos, o algunos municipios del Valle de Aburrá con Medellín, es políticamente inviable