Medellín, una ciudad que ha hecho del urbanismo su sello, ahora suma una nueva pieza a su mapa de transformación: Jardines del Río, un proyecto inmobiliario ubicado en el sector de Ciudad del Río.
Esta iniciativa, fruto de una alianza entre la firma bogotana Amarilo y la tradicional paisa Constructora C.A.S.A., no solo traerá más de 2.600 viviendas nuevas a la capital antioqueña, sino que reaviva las esperanzas del sector vivienda en medio de un entorno retador por la ausencia de subsidios nacionales.
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El proyecto comenzó obras el pasado 14 de julio y promete convertirse en un modelo de ciudad caminable, verde, integrada y moderna. Con una inversión total estimada en $1,95 billones y la generación de 2.000 empleos, Jardines del Río es también una declaración de confianza en Medellín y un mensaje de optimismo para el mercado inmobiliario, que atraviesa una crisis.
¿Se está recuperando el sector vivienda?
En medio de esta anuncio, EL COLOMBIANO conversión con Roberto Moreno Mejía, presidente de Amarilo, quien no duda en afirmar que la vivienda formal está volviendo a respirar tras el duro golpe de 2023, cuando se combinaron altas tasas de interés, inflación desbordada, costos de materiales por las nubes y la eliminación del programa Mi Casa Ya.
“Fuimos víctimas del éxito”, dice Moreno, al recordar que durante la pandemia el sector vivió su mejor momento con ventas récord y tasas bajas.
Pero luego vino la tormenta: “El subsidio Mi Casa Ya era para las familias, no para los constructores. Su cancelación afectó a miles de hogares que no pudieron comprar”, explica.
Hoy, sin embargo, los vientos son un poco más favorables. Las tasas de interés han bajado —algunos bancos ya ofrecen créditos al 9%—, el Fondo Nacional del Ahorro ha ampliado los plazos de amortización, y las cajas de compensación junto con alcaldías locales, como las de Medellín, Barranquilla y Cartagena, han empezado a cubrir el vacío de los subsidios nacionales.
Esto ha impulsado una recuperación que ya se siente. Por eso, Amarilo prevé aumentar sus preventas en más del 20% este año, llegando a los $3 billones frente a los $2,6 billones de 2023.
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En medio de este panorama, ¿cómo responde Jardines del Río al déficit habitacional que vive Medellín? La ubicación del proyecto no es casual. Ciudad del Río, una zona anteriormente ocupada por bodegas industriales, está siendo convertida en un espacio urbano vibrante que mezcla vivienda, comercio, servicios y recreación.
Según Moreno, esto “no solo suma más unidades habitacionales a Medellín, sino que crea ciudad”.
La iniciativa plantea una integración peatonal con el entorno, nuevos espacios verdes, áreas comunes y un mall comercial a cielo abierto. “Aquí se podrá vivir, trabajar y recrearse a pocos minutos. Es la filosofía de la ciudad de los 15 minutos, y este proyecto encarna esa idea”, afirma Carlos Andrés Ángel, gerente de Compañia de Construcciones C.A.S.A., quien también habló con esta redacción.
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¿Y el precio de la tierra en Medellín?
Uno de los temas que más inquieta en la ciudad es el alto costo del metro cuadrado. Ángel lo reconoce: “Hay algo de percepción, pero también de realidad. Medellín no tiene mucho suelo habilitado para construir vivienda de interés social. Eso encarece el mercado”.
De hecho, el déficit se acentúa. En 2024, 36.000 nuevos hogares demandaron vivienda en arriendo en Antioquia, pero solo se vendieron 17.500 unidades nuevas.
Esto implica que por cada vivienda vendida, dos hogares más están saliendo al mercado de arriendo, presionando los precios y ampliando la brecha del déficit habitacional.
Subsidios de vivienda, los grandes ausentes para 2026
A pesar de la recuperación del sector, la ausencia de subsidios nacionales sigue siendo una preocupación clave.
El proyecto de Presupuesto General de la Nación plantea un recorte del 16,7% al Ministerio de Vivienda, con $1,46 billones menos frente al año anterior. La ejecución en 2024 fue del 77%, una cifra baja para un sector que requiere liquidez y agilidad.
“Sin subsidios, los proyectos VIS no cierran financieramente”, advierte Andrés Ángel.
Aunque las cajas de compensación han hecho un esfuerzo enorme, hay límites. “El subsidio es indispensable para dinamizar el mercado VIS. Sin él, muchas familias simplemente no pueden comprar”.
Los indicadores lo reflejan: el ratio LTV (préstamo sobre el valor del inmueble) en vivienda nueva VIS es del 59,2%, lo que indica que las familias deben poner casi el 41% del valor con ahorros propios, una barrera altísima sin subsidios.
¿Qué se espera para el segundo semestre y 2026?
Tanto Amarilo como CASA coinciden: el 2026 ya está jugado. Lo que se construirá ese año ya fue vendido desde 2023.
Sin embargo, ven el futuro con optimismo, siempre y cuando se mantengan las tasas de interés a la baja, haya confianza en el comprador y el sistema financiero siga apoyando.
“Nos devolvimos casi 10 años en producción de vivienda. Estamos a niveles de 2014, pero con una población más grande y nuevas necesidades. Necesitamos más unidades, más diversas y mejor ubicadas”, sentencia Moreno.
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Y Ángel concluye: “Aquí estamos, aquí nos quedamos. Es lo nuestro y seguimos con toda”. Medellín, al parecer, no solo tiene una nueva pieza urbana: tiene una nueva oportunidad de volver a ser ejemplo nacional en cómo la vivienda digna puede ser motor de desarrollo.