<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Un descalabro que aún no se resuelve

Liquidación de la Cooperativa de Caficultores debería terminar en 2023, pero hay planes para reactivarla.

  • Hasta 28 millones de kilos de café compró anualmente la Cooperativa de Caficultores de Andes. FOTO Julio César Herrera
    Hasta 28 millones de kilos de café compró anualmente la Cooperativa de Caficultores de Andes. FOTO Julio César Herrera
09 de diciembre de 2022
bookmark

En la presente semana se está marcando un hito para el futuro de la Cooperativa de Caficultores de Andes, cuya liquidación fue ordenada en marzo pasado por la Superintendencia de la Economía Solidaria (Supersolidaria).

Actualmente, el agente liquidador, William Valencia, está respondiendo los recursos que se interpusieron contra las resoluciones de pasivos y activos que se emitieron el miércoles pasado, para definir si se avanza en la liquidación forzosa de la entidad o si es posible una reactivación.

Mientras en noviembre de 2019 cuando la cooperativa fue intervenida se reportó que sus pasivos sumaban $214.723 millones, pero la actualización de la cifra de acuerdo a lo que los acreedores están reclamando sería de unos $320.000 millones.

Buena parte de este momento correspondería a las reclamaciones del sistema financiero que totalizan unos $200.000 millones (Bancolombia y Davivienda principalmente), mientras que la Federación Nacional de Cafeteros pide otros $120.000 millones.

Por su parte la cuenta de activos que hace tres años se ubicó en $247.431 millones, estaría alrededor de los $220.000 millones, tras los avalúos que recientemente se realizaron. Es decir, que el patrimonio es negativo y estaría en el rango de los $100.000 millones.

De esta cuenta hacen parte la trilladora La Pradera, las centrales de beneficio de café Farallones, La Arboleda y La Chaparrala, y en caja hay $32.000 millones producto de las cuentas por cobrar y de algunos contratos a futuro.

Incluso en ese escenario, Valencia considera que tras dejar en claro las resoluciones de activos y pasivos, cosa que ocurrió el pasado miércoles, es posible convocar a los acreedores para intentar una reactivación.

“Uno como liquidador no deja de hacer la tarea de hablar con los acreedores a ver si están en condiciones de que se liquide la cooperativa dándole continuidad a la orden de la superintendencia, o si quieren apostarle a la reactivación. Es responsabilidad mía revisar esa posibilidad”, comentó.

Entonces, ¿habría que revocar la resolución por medio de la cual se ordenó la liquidación? “No. La ley habla de que si se paga el pasivo en su totalidad y los asociados, en este caso, le quieren dar continuidad a la cooperativa porque queda suficiente patrimonio, se podría hablar de una reactivación”, respondió el liquidador.

En este punto vale anotar que la resolución emitida en marzo, en su artículo octavo señala que la “organización solidaria intervenida no podrá iniciar nuevas operaciones en desarrollo de su objeto social y conservará su capacidad jurídica únicamente para los actos necesarios a su inmediata liquidación”.

Por su parte, expertos en procesos de insolvencia empresarial consideraron como un error el hecho de que se pretende retomar las actividades de la Cooperativa. “La liquidación de la entidad obedeció a que pasó de comprar 28 millones de kilos de café en 2020 a adquirir 11 millones en 2021, dado que los productores no le quisieron vender el grano, y con esto los flujos de caja no dieron para pagar los pasivos que dejó la gerencia de Juan David Rendón Cañaveral”.

En ese escenario, desde el punto de vista financiero es complejo pensar en una reactivación, y más aún por el hecho de que las normas exigen el pago total de las deudas. En este campo Valencia se defiende sugiriendo la probabilidad de lograr acuerdos con los acreedores y que estos rebajen sus pretensiones, permitiendo que al cruzar las cuentas de activos y pasivos se genere un patrimonio positivo.

Asociados de la entidad que hablaron con EL COLOMBIANO se declararon pesimistas sobre la eventual reanudación de actividades, debido al ambiente de desconfianza que suscitó el mal manejo dado a la empresa del sector solidario.

Y aunque la resolución que ordena liquidar a la Cooperativa de Caficultores de Andes fijó un plazo de un año, o sea hasta marzo de 2023, Valencia estima que por el tamaño de la entidad sería necesario pedir algunos meses más para ejecutar las tareas (ver Qué sigue).

Procesos

Uno de los interrogantes que genera lo que ha sido el proceso de intervención y liquidación de esta empresa del sector solidario tiene que ver con el paradero de Rendón, quien estaba al frente de esta operación, y de las acciones legales en su contra para que responda por el descalabro.

Fuentes consultadas por este diario señalaron que en su contra hay dos investigaciones a las que fue vinculado por la Fiscalía, una de ellas por suscribir contrato sin cumplimiento de requisitos legales y otra por peculado por apropiación.

Extraoficialmente se dice que Rendón estaría radicado en Miami, Estados Unidos, donde estaría gestionando compras y ventas de café de una comercializadora.

Se sabe que el ente acusador ha llamado a declarar a varias personas, para que entregaran sus versiones sobre lo que fueron principalmente las operaciones de especulación con contratos de café en la bolsa de Nueva York, que fueron ocultas en los estados financieros de la Cooperativa de 2018 y que llegaron a generar pérdidas de más de $83.000 millones.

Valencia comentó que si bien lo que le están cobrando a la Cooperativa por los contratos de venta de café a futuro totaliza unos $134.000 millones y una cuenta por cobrar por este mismo concepto de $154.000 millones, pero sostuvo que hay evidencias de anomalías cometidas por personas que suscribieron compromisos sin ni siquiera tener cafetales, o prometiendo volúmenes de café que eran superiores a los que realmente se cosechaban.

El liquidador evitó detallar sobre quiénes recae la responsabilidad por no cumplir los contratos, aunque admitió que hay demandas ante la justicia contra asociados, no asociados e incluso directivos y empleados de la Cooperativa.

Resulta llamativo que una consulta en la web de procesos de la Rama Judicial muestra como solo en mayo de este año la Cooperativa de Caficultores de Andes interpuso 35 demandas ante los juzgados promiscuos del municipio de Andes en contra de particulares, aunque no se precisó cuáles eran la pretensiones.

$320.000
millones suman pasivos que se reclaman a la Cooperativa de Caficultores de Andes.
El empleo que busca está a un clic

Te puede interesar

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD