A pesar de que muchos colombianos sintieron que la carga laboral aumentó con la pandemia, la productividad total de la economía no tuvo un crecimiento significativo en 2021 y fue menor a la usada (1,19%) para fijar el salario mínimo que comenzó a regir este año.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), para 2021 la Productividad Total de los Factores, es decir, la diferencia entre la tasa de crecimiento de la producción y la tasa ponderada de incremento de factores como trabajo y capital, fue de 0,64% en 2021. Estos significaron un crecimiento de 0,3% frente a las cifras de 2020.
Asimismo, la entidad señaló que hoy los trabajadores colombianos dedican, en promedio, 42 horas laboradas a la semana, mientras que en 2019 las horas trabajadas eran 41,9 y en 2020 bajaron a 39,2 horas.
Los más productivos
De acuerdo con el Dane, las actividades que más aportaron a la productividad del país fueron industria manufacturera (8,51%), comercio, hoteles y restaurantes (4,66%), y electricidad, gas y agua (2,99%). Estos sectores fueron claves en el proceso de reactivación del país.
De hecho, el reporte de esa entidad sobre industria y comercio arrojó que la producción manufacturera aumentó en enero de este año un 15,1%. Por su parte, el personal ocupado subió 4,8% y las ventas reales 16,2%, frente a enero de 2021.
Según Juan Daniel Oviedo, director del Dane, el aporte positivo de estos sectores, a pesar de que todavía tienen una menor cantidad de horas trabajadas frente a las de la prepandemia, fue impulsado gracias a la incorporación de medidas como el comercio electrónico y la distribución de productos a domicilio a través de plataformas.
Por otro lado, para Raúl Ávila, profesor de economía de la Universidad Nacional, a pesar de los buenos resultados que tuvieron algunos sectores, que en general la productividad para 2021 haya sido menor a la calculada para fijar el salario mínimo, indica que se estaría destruyendo valor.
“Al tener pocos avances en productividad, el país estaría siendo menos competitivo en cuanto a la eficiencia en su proceso productivo. Hay un deterioro en la generación de valor agregado”, dijo Ávila.
Informalidad, un obstáculo
El desempleo y la informalidad son dos de los elementos que obstaculizan el crecimiento de la productividad del país.
La proporción de ocupados informales en las 13 principales ciudades y áreas metropolitanas alcanzó 43,5% durante el trimestre noviembre 2021-enero 2022, siendo los hombres la población ocupada que más está dentro de la informalidad con 44,9%. En el caso de las mujeres, el dato se ubicó en 43,5%.
De acuerdo con Ávila, al tener todavía esos porcentajes de informalidad no se puede tener un proceso productivo constante, ya que no hay una generación de trabajo estable que pueda ser medible y que no sea solo de subsistencia.
“Cuando se miran procesos productivos que están apalancados en la informalidad, no se están contabilizando generación de impuestos, registros de ventas, costos, pagos de seguridad social, etc, por lo que se estaría destruyendo esa generación de valor y no se estarían presentando mejoras en términos de desarrollo, que finalmente es donde se ve materializado un mayor bienestar e ingreso de los trabajadores, y un crecimiento de la economía más importante”