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Piratería de semillas le cuesta al país $1 billón

El negocio consiste en producir y comercializar semillas que tienen propiedad intelectual.

  • Según el ICA, en el país solo 15 especies cuentan con semillas certificadas, entre ellas arroz, maíz, algodón, papa y sorgo. FOTO camilo suárez
    Según el ICA, en el país solo 15 especies cuentan con semillas certificadas, entre ellas arroz, maíz, algodón, papa y sorgo. FOTO camilo suárez
16 de mayo de 2022
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Al igual que en su momento le ocurrió a la industria de la música, cuando se creaban réplicas de CDs para venderlas más económicas en el mercado, afectando los ingresos de las productoras, la agricultura colombiana está padeciendo las consecuencias de la piratería de semillas, perdiendo al año hasta $1 billón por esta práctica ilegal.

De acuerdo con el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), en el país solo 15 especies cuentan con semillas certificadas: arroz, maíz, algodón, papa, sorgo, arveja, avena, cebada, trigo, soya, ajonjolí, maní, yuca, frijol y cítricos.

Y en cinco de esos cultivos —papa, arroz, maíz, soya y algodón—, la situación de la piratería de semillas es más crítica, llegando a tener un uso hasta del 90%.

¿De qué se trata?

El mercado de las semillas certificadas, es decir, las que cumplen con los requisitos de calidad física, sanitaria, genética y fisiológica solicitados por el ICA, mueve anualmente alrededor de unas 40.000 toneladas y más de $120.000 millones.

Leonardo Ariza, gerente de la Asociación Colombiana de Semillas y Biotecnología (Acosemillas), en entrevista con este diario, explicó que el negocio de la piratería consiste en producir y comercializar semillas que tienen propiedad intelectual.

“Hay semillas que son desarrolladas por empresas privadas, que hacen investigaciones en nuevas variedades y registran esa propiedad en Colombia. Los piratas cogen los materiales que estas desarrollan y crean réplicas”, señaló Ariza (Ver gráfico).

El dirigente gremial fue enfático en que pirata no es el campesino que vende o intercambia su semilla, sino quien produce y comercializa esta haciéndola pasar por certificada.

“Lo barato sale caro”

Si bien comprar semillas piratas puede resultar hasta 50% más barato de lo que cuesta la autorizada, la factura la pasan los cultivos en enfermedades y rendimientos.

Rodolfo Correa, secretario de Agricultura de Antioquia, explicó que usar semillas que no cumplan con los requisitos del ICA puede afectar la calidad sanitaria de los cultivos, propagar plagas y enfermedades.

“Además, frente a un fracaso del cultivo no hay quien le responda al productor sobre la garantía de la semilla”, dijo Correa.

En relación con esto, Ariza señaló que la piratería de semillas no solo afecta la productividad y la competitividad del campo, y pone en riesgo el estatus fitosanitario del país, además de generar pérdidas millonarias, sino que también ha llevado al cierre de compañías productoras.

“Por ejemplo, de las 13 empresas que en el 2012 se dedicaban a la obtención y oferta de variedades de semilla certificada de arroz, solo quedan cinco en el mercado”, afirmó.

Agregó que esta problemática está provocando una desinversión en el país, ya que firmas productoras temen que su producto se venda poco y que el costo de su investigación no se vea retribuido, situación que calificó como “muy grave, porque acabaría la riqueza genética, lo que terminaría en pésimas cosechas y malos productos”.

Más competitividad

Uno de los reclamos de gremios como la Federación Colombiana de Productores de Papa (Fedepapa) es la escasez de semillas que se ha presentado en el país.

Tal como indicó Sergio Martínez, representante de Fedepapa en Antioquia, en declaraciones pasadas a este diario, la oferta de semilla certificada en el territorio nacional no alcanza a satisfacer la demanda, además de que su precio ha aumentado significativamente.

Y es que, según Yuberney Ospina, cultivador de papa de La Unión, Antioquia, mientras hace unos meses la carga de semillas certificada la conseguían en unos $150.000, ahora la compran alrededor de $400.000. Es decir, ha tenido un incremento del 166%.

Al respecto, Ariza apuntó que actualmente sí hay producto suficiente para satisfacer la demanda, pero reconoció que la posición geográfica de Colombia no favorece la producción de semillas.

“Colombia, al estar ubicado en el trópico, presenta muchas plagas y enfermedades todo el año, a diferencia de la zona austral o zona sur de Chile, por ejemplo, donde las estaciones permiten que este país esté entre los diez productores más grandes de semillas del mundo”, explicó Ariza.

Otra gran dificultad que presenta este mercado es en cuanto a los altos costos que requiere este mercado. “Producir semillas sale muy caro, porque se requiere de áreas muy grandes y de mucha logística, como laboratorios, un buen acceso a biotecnología, bodegas de secado y almacenamiento. Y el país tiene muchas carencias en cuanto a esto. Nos falta más competitividad”, fue la advertencia del dirigente gremial.

En esta misma línea, el secretario Correa enfatizó en la necesidad de fortalecer los programas de producción industrial de semillas, así como de semillas básicas que les permita a los productores disponer de su propio abastecimiento.

“Urge la creación de un Plan de Desarrollo Industrial Agropecuario para Colombia, en donde el tema de semillas e insumos tiene que estar presente. Además, la función de policía sanitaria debe fortalecerse para frenar el contrabando y la salida ilegal de semillas del país sin los debidos permisos”, fue el llamado del funcionario

40%
del rendimiento de un cultivo depende de la calidad de la semilla.
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