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Comprar tierras para cumplir el primer punto del Acuerdo de Paz, que prometió 3 millones de hectáreas productivas a los campesinos sin tierra, es una de las estrategias principales con las que el Gobierno de Gustavo Petro quiere garantizar la paz total, en su lógica solo mostrando que se cumplen los acuerdos puede atraer a los armados al sometimiento.
El problema es que completar el fondo de tierras cuesta mucho. El presidente calculó, en entrevista con Noticias Caracol, que conseguir toda esa tierra costaría cerca de 60 billones de pesos que hoy no existen.
La fórmula que propone es torcer el marco fiscal a mediano plazo para aumentar el cupo de deuda y así conseguir el músculo para adquirir los predios.
“El Marco Fiscal que hizo Duque, lo hizo para que no pudiéramos cumplir los acuerdos de paz con las Farc ¿Qué pasa si una sociedad no cumple los acuerdos que firmó? ¿Habrá más paz o nos vamos hacia la violencia? ¿Cuál es la decisión que tiene que tomar el presidente? Este es un tema que ya hay que poner en discusión pública ¿Qué prefiere Colombia, no hacer la paz o cambiar el Marco Fiscal para podernos endeudar con los señores dueños de la tierra para pasar 3 millones de hectáreas al campesinado? Hay que cambiar el Marco Fiscal que hizo Duque”, expresó.
Y agregó: “Cumplir el acuerdo de paz significa $60 billones y el Marco Fiscal los quita ¿Qué hacemos? ¿Cumplimos o no cumplimos?”.
Es claro que el Gobierno está facultado para modificar esa hoja de ruta cada año (este ya se modificó), pero esa sentencia preocupa, porque quiere decir que Colombia, que hoy destina tres de cada 10 pesos de recaudo al servicio a la deuda se endeudará más, en lugar de tratar de disminuir su déficit fiscal.
Las cuentas
El Gobierno Central está ante una encrucijada: por un lado la pandemia, que agotó los recursos disponibles, obligó al Ejecutivo a emitir deuda para cubrir los gastos necesarios para atender a la población. De acuerdo con los estimados del Marco Fiscal de Mediano Plazo, el nivel de deuda neta alcanzó el 60,8% del PIB, y con grandes esfuerzos fiscales se espera que este año termine en 56,5%.
La proyección que dejó el gobierno anterior indica que en 2033 la deuda se debe ubicar en 54% del PIB, es decir, año a año se iría reduciendo en déficit, pasando de -7,1% del PIB a -2,7%, dado que la deuda y el gasto diminuirían conforme irían aumentando los ingresos. (ver gráfico)
La propuesta de Petro de cambiar el marco fiscal para endeudar más a la Nación, también va en contra de su propia promesa de campaña, según la cual iba a reducir el déficit fiscal del país a un punto saludable.
No hacer esfuerzos en ese sentido sería mal visto por las calificadoras de riesgo, lo que al final nos haría obtener créditos aún más costosos.
Tierras sí, pero no así
Analistas consultados por EL COLOMBIANO coincidieron en que sí es necesario entregar tierras productivas a los campesinos que no las tienen, porque eso es lo único que podría transformar las realidades de los que han sido excluidos por años. Pero en lo que no están de acuerdo es en que se logre a través de la deuda y no de otros recursos.
Mauricio López, profesor de Macroeconomía de la Universidad de Antioquia, explicó que hoy el presupuesto es muy inflexible porque una tajada muy grande se va al servicio a la deuda; “eso hace que los recursos que se podrían disponer para otros frentes muy importantes en la vida social del país, como la educación y la salud, se vean reducidos”.
De manera que, según su análisis, lo que se debe hacer es reducir el endeudamiento, con lo cual el país tendría más disponibilidad de recursos para atender otros frentes.
E insistió en que hay que hacer un esfuerzo por incrementar el ingreso pero también por reducir el gasto. “No puede ser que las posibilidades de financiación de los proyectos sociales se estén basando en un mayor nivel de endeudamiento”.
En opinión de Jorge Restrepo, profesor de Economía de la Universidad Javeriana, este es un muy mal momento para que Colombia se endeude más, ya que las tasas de interés están por las nubes y los mercados están castigando más a las economías emergentes. “Si hoy es difícil pagar la deuda que se consiguió barata, luego va a ser peor”, dijo.
De acuerdo con Restrepo, “este anuncio muestra una postura hacia una posición fiscal expansiva y no de contracción que es lo que exige el ciclo económico, mientras países como Perú y Chile están contrayéndola”, le preocupa especialmente el recalentamiento de la economía que nos llevaría a un momento difícil de sobrellevar.