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Detrás del colapso de la criptobilletara FTX hay una pelea entre dos pesos pesados

Lobby político, mensajes de pánico inversionista y más intrigas tienen al mercado de las criptomonedas en turbulencia.

  • CZ, fundador de Binance, y Sam Bankman, fundador de FTX, protagonizaron una puja que terminó en la quiebra de FTX. FOTO: CORTESÍA.
    CZ, fundador de Binance, y Sam Bankman, fundador de FTX, protagonizaron una puja que terminó en la quiebra de FTX. FOTO: CORTESÍA.
29 de noviembre de 2022
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Hace muy pocos días, la criptobilletera FTX se acogió a la ley de bancarrota en Estados Unidos y se conoció que sus deudas sumaban más de US$3.000 millones. Este hecho supuso la caída de uno de los tiburones en el negocio de las exchange especializadas en monedas electrónicas.

Este colapso está generando un efecto dominó que amenaza a otros jugadores del sector. Y uno de los recientes afectados con el caso de FTX es BlockFi, que recibió de la insolvente firma una inyección de capital para garantizar su operación. Pero, tras el colapso del rescatista, también tuvo que acogerse a la ley de quiebras.

La cuestión detrás de todo este asunto es el riesgo sistémico que causó FTX cuando apareció como un ángel salvador que auxilió a otras exchange en momentos de incertidumbre. Entre las plataformas que contaron con su respaldo también estuvo Voyager Digital. Lo que no se ha mencionado de manera oficial es la novela entre los fundadores de FTX y Binance, dos gigantes de la industria cuya competencia podría equipararse a la ampliamente conocida entre Coca-Cola y Pepsi o a la de McDonald´s y Burguer King.

Bankman versus Zhao

Antes de revisar la situación entre los dos personajes centrales de esta historia, hay que empezar explicando que FTX y Binance son plataformas que le permiten a la gente comprar, vender o intercambiar criptomonedas.

Como en cualquier negocio, existe la competencia entre firmas que quieren dominar el mercado. Entonces, de un lado está Sam Bankman-Fried, fundador de FTX, y del otro está Changpeng Zhao (más conocido como CZ), fundador de Binance, que es la mandamás del patio.

En 2019, Binance vio el crecimiento de FTX y decidió invertir en ella, era la única que había tenido un crecimiento tan robusto como para considerarse un potencial competidor. Pero en 2021, el mercado de las criptomonedas tuvo su bonanza y CZ decidió retirar la inversión que había hecho en FTX, a cambio recibió unos US$2.100 millones pagaderos en BUSD (criptomoneda de Binance) y en FTT (criptomoneda de FTX).

Bankman quiso jugar sus fichas para desequlibrar el juego a través del lobby en política. De hecho, es señalado por otros jugadores de participar en regulaciones que los afectaba directamente. Según agencias internacionales, el creador de FTX gastó US$50 millones en donaciones a movimientos políticos y fue uno de los fondeadores de la campaña del presidente de EE. UU. Joe Bidden.

Sus apariciones en medios le hicieron ganar visibilidad y lanzó un trinó que claramente estaba dedicado a CZ: “Emocionado de verlo representando la industria en DC de ahora en adelante. Tiene permitido ir a DC, verdad?”, Con ese tono de sátira le cobró a su rival ser ciudadano chino y además alborotó las suspicacias que lo relacionaban con el gobierno de ese país. Se puede decir que ese fue el verdadero comienzo de una guerra diplomática, pero letal.

Respuesta de ajedrecista

El portal Coindesk reveló que una compañía de Bankman, llamada Alameda Research, tenía activos por US$14.600 millones, pero esa plata estaba representada mayoritariamente en FTT, la moneda electrónica creada por FTX. Es decir, el patrimonio estaba representado en una moneda que en cualquier momento podría bajar de precio y poner en apuros a su propietario.

Dicen los que saben que ese descubrimiento fue el talón de Aquiles que CZ detectó para contestarle a Bankman y ponerlo en su sitio. Fue así que el 6 de noviembre publicó unos trinos en los que comentó que “como parte de la salida de Binance del capital de FTX el año pasado, Binance recibió aproximadamente US$2.100 millones en BUSD y FTT. Debido a revelaciones recientes que han salido a la luz, hemos decidido liquidar cualquier FTT restante en nuestros libros”.

“Binance siempre fomenta la colaboración entre los actores de la industria. Con respecto a cualquier especulación sobre si se trata de un movimiento contra un competidor, no lo es. Nuestra industria está en pañales y cada vez que un proyecto fracasa públicamente perjudica a todos los usuarios y a todas las plataformas. Por lo general, mantenemos tokens a largo plazo y nos hemos aferrado a esta ficha (FTT) por largo tiempo. Nos mantenemos transparentes con nuestras acciones”, añadió CZ.

Esa fue una estocada maestra porque incidió en el precio de FTT y acrecentó los miedos que ya habían entorno a FTX, cuya insolvencia cada vez se comentaba con más fuerza en el mercado.

Bankman trató de calmar los ánimos y dijo que FTX no tenía problemas de liquidez. Incluso, su equipo ofreció comprar los FTT a un precio de US$22 cada uno. Sin embargo, CZ rechazó la oferta y en un otro trino terminó de clavar el puñal, pues manifestó que, aunque no está en contra de nadie, tampoco apoya a personas que hacen lobby contra otros actores de la industria a sus espaldas, una pulla que claramente le tiró a Bankman.

Luego, la atmósfera de pánico causó que los inversionistas empezaran a retirar dinero de FTX y los problemas de caja pasaron de ser rumor a ser una realidad. Los usuarios de la plataforma comenzaron a reportar demoras en los retiros hasta que finalmente fueron suspendidos.

En ese punto, CZ movió la última ficha y le dio jaque mate a Bankman, puesto que, en medio de todo el embrollo, ofreció comprar FTX para después decir que encontró serios problemas al revisar los estados y retiró la oferta. Con ese mensaje, finalmente les dio a entender a los inversores y acreedores que FTX estaba desahuciado.

El final ya todos lo conocen, FTX está en la ley de bancarrotas con una deuda cercana a los US$3.000 millones y no se sabe que pasará con las otras plataformas que intentó rescatar.

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