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EPM activó el año pasado una serie de proyectos de infraestructura de agua potable, saneamiento y energía e inició nuevas intervenciones, con una inversión cercana a los $2,3 billones.
El gerente de la compañía, Jorge Andrés Carrillo, sostuvo que las inversiones se realizaron para expandir y fortalecer la infraestructura para la prestación de los servicios públicos en diversos municipios, contribuyendo así a su desarrollo.
Entre los proyectos que entraron en operación se destacan en transmisión y distribución de energía, la modernización de la subestación Guayabal en el sur de Medellín, con una inversión de $25.519 millones y 51.198 usuarios beneficiados y la subestación Central, con una inversión por $37.204 millones y 58.885 usuarios beneficiados.
En el Magdalena Medio se resalta la entrada en operación de la interconexión entre las subestaciones Yondó y Barrancabermeja, a través de 32 kilómetros de redes, con una inversión de $15.509 millones y 7.000 usuarios beneficiados.
En el Occidente se ejecutó la modernización de la subestación de Santa Fe de Antioquia por $12.915 millones, para la atención de la nueva demanda y mejorar la prestación del servicio de energía en la zona, con beneficios para 19.500 usuarios. En el Norte se hizo la reposición de equipos en la subestación El Salto en Gómez Plata, con una inversión de $4.025 millones.
En agua potable se cumplieron importantes hitos, como la entrada en operación de la infraestructura primaria de acueducto Itagüí-Manzanillo-Ajizal, con una inversión de $42.620 millones, para beneficiar a 45.000 usuarios del sur del Valle de Aburrá.
Adicionalmente, por medio del programa de Obras por Impuestos se desarrollaron los trabajos para la entrada en operación del tanque La Lucila II, en el municipio de Turbo, en el Urabá antioqueño, con una inversión de $18.850 millones y un beneficio para 43.000 usuarios