Según cifras del Dane las exportaciones de calzado al año anterior sumaron US$40,4 millones, observando una contracción de 5% frente a los US$42,6 millones contabilizados en 2023.
Por su parte, las ventas externas de cuero y sus manufacturas alcanzaron US$43,5 millones, lo que representó una caída de 20,6% frente a los US$54,9 millones de todo 2023.
En ese contexto retador, los empresarios de la industria del cuero y el calzado tienen grandes expectativas de recuperación para este año, según afirmó Marcela Caicedo, presidenta de la Asociación Colombiana de Industriales del Calzado, el Cuero y sus Manufacturas (Acicam), en diálogo con EL COLOMBIANO.
¿Cuál es la radiografía actual del gremio, al que usted recientemente le tomó las riendas?
“En este momento tenemos alrededor de 240 afiliados, en 5 regiones: Santander, Norte de Santander, Valle del Cauca, Bogotá y Antioquia.
El sector genera aproximadamente 140.000 empleos formales directos, con los indirectos, incluyendo calzado, marroquinería y cuero se puede hablar de 500.000 puestos de trabajo. Aquí abarcamos el trabajo directo, es decir, desde el curtido de cuero hasta los fabricantes de marroquinería, calzado y partes de calzado. En los indirectos hacemos referencia a comercializadores, transportadores y proveedores”.
En cuanto al PIB del sector manufacturero, ¿qué representa esta actividad?
“El PIB del sector calzado dentro de la actividad industrial está alrededor del 2,7%, y en las cuentas nacionales del PIB figuran alrededor de $1,2 billones de pesos de este negocio”.
¿Cuáles serán los vientos a favor del sector este año?
“Estamos esperando con la llegada de los nuevos codirectores del Banco de la República, una baja en las tasas de interés. Eso yo creo que es clave, porque con eso el consumo se va a dinamizar. La gente en este momento lo que ha hecho es que ha consumido con menos uso de las tarjetas de crédito debido a las altas tasas. Y eso hace que cuando no se tiene ese crédito, se consuma menos. Para nosotros es clave la baja en las tasas”.
Y en cuanto a iniciativas del gobierno, que busca por ejemplo sacar adelante una reforma labora, ¿cuál es la expectativa?
“La reforma laboral es nefasta para este sector. Eso tendría un efecto grandísimo sobre la formalidad. Es bien sabido que este es un sector altamente informal y puede pasar de la formalidad y la informalidad, en términos laborales, muy fácilmente. Entonces, una reforma laboral, como está planteada en este momento, con ampliación de la jornada nocturna, con la modificación también del trabajo dominical y en festivos, todo eso incrementará los costos para el empresario.
Esa reforma afectaría mucho a este sector, lo hemos dicho en las audiencias públicas que ha realizado el Congreso. Otra cosa es que esa reforma modifica algo que para nosotros es clave y es que cambia el contrato de aprendizaje que se tiene con el Sena. La idea es que se vuelva un contrato de trabajo, cambia la naturaleza de ese contrato. Y lo que pasa es que esta es una industria que ya de por si tiene un déficit en mano de obra. No conseguimos a las personas que necesitamos para estos oficios y el Sena no los puede proveer. Las empresas, lo que hacen es que monetizan esos contratos, lo pagan porque no encuentran a esos aprendices, entonces estamos en una encrucijada, porque por un lado no encontramos la mano de obra, la monetizamos y si la tuviéramos pues es claro que por el contrato se haría más costoso”.
¿El gremio tiene medido ese faltante de mano de obra?
“Tenemos un faltante de alrededor de 30.000 puestos de trabajos. Por eso el sector ha tenido que tecnificarse más”.
¿Cuál sería la estrategia para disminuir la informalidad en estas actividades?
“Deberían suceder muchas cosas. Producir en Colombia es muy costoso, dados los costos laborales, las cargas impositivas y el acceso a los insumos que representan una gran carga para la producción. Además, hay que competir con factores externos que nos están afectando, como el contrabando. Pues eso es competir con unos actores que no están asumiendo los mismos costos que el productor nacional, los cuales se deben trasladar al precio final. Es por eso que el productor nacional se ve muy afectado por ese fenómeno”.
Hace algunos años Acicam denunciaba que entraban zapatos de contrabando a US$1 por par, ¿eso se sigue dando?
“Eso ya casi no se ve, porque las medidas que se implementaron a través de los umbrales de precios funcionan muy bien. Estamos hablando de 22 millones de pares de contrabando en el 2012 a 300.000 en el 2024, pero aún con cifras bajas, desafortunadamente el tema del contrabando persiste”.
¿Cuántos pares de zapatos se producen en Colombia?
“El sector formal está trabajando al 50% de la capacidad instalada, así que se podrían producir 100 millones de pares estando al 100%, pero solo estamos entre 49 millones y 50 millones de pares”.
¿Y cuál es el consumo de zapatos de los colombianos?
“Son 2,3 pares per cápita por año. El consumo de los hogares para el 2023 fue de 120 millones de pares y creemos que en 2024 fue un poco menos”.
¿Qué ruido hace en el sector, cuando socios comerciales como EE. UU., amenazan subir aranceles en 25% o 50%?
“Mucho, porque Estados Unidos es nuestro principal socio comercial, o sea, las exportaciones de calzado y marroquinería se van principalmente a ese mercado.
Hay otros destinos, pero nuestro principal socio comercial es ese país norteamericano y si eso llega a pasar el efecto sería devastador y no seríamos competitivos”.
¿Hay cuero suficiente en Colombia para la producción de calzado y bolsos y artículos de marroquinería?
“Tuvimos unos años en los que hubo déficit, pero ha venido cambiando el panorama. Ahora se está exportando el 30% de la producción local de cuero, el resto se está quedando para la industria nacional. Lo que pasa es que el precio no ha bajado por el tema de los insumos que todos son importados y la tasa de cambio no ha ayudado”.
¿Terminada la primera feria de la industria, cuáles son las metas de Acicam para este 2025?
“Hay dos frentes. Uno tiene que ver con la segunda versión de la feria que es en julio y necesitamos impulsarla, garantizar mayor participación de expositores, e impulsar las ventas porque esto es una plataforma comercial. Además hay que atraer a más compradores internacionales. Y como gremio necesitamos crecer en el número de afiliados, y fortalecer la presencia en otros departamentos. En la gestión gremial queremos lograr un mayor posicionamiento, mayor incidencia ante el Gobierno, ante nuestros actores, ante nuestros aliados con un plan estratégico en el que queremos centrarnos con líneas claves en términos de innovación, mano de obra, competitividad e internacionalización y sostenibilidad, lo que es fundamental en este momento”.