En un escenario de estrechez fiscal, desaceleración económica y mayores demandas sociales, se supo que el Gobierno nacional contempla un giro de alto impacto: suspender temporalmente la regla fiscal, utilizando la cláusula de escape contemplada en la Ley 1473 de 2011.
La posibilidad será evaluada formalmente el próximo lunes en el Consejo Superior de Política Fiscal (Confis), una instancia clave en el diseño de la política macroeconómica del país.
Aunque aún no hay un documento oficial publicado, la discusión ya genera ruido en los mercados y preocupación entre los actores del sistema financiero.
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¿Qué es la regla fiscal y para qué sirve?
La regla fiscal es un mecanismo que busca garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas en el mediano y largo plazo, limitando el nivel de déficit estructural que puede tener el Gobierno Central.
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Pero la norma también prevé excepciones: eventos extraordinarios como desastres naturales, crisis sociales o emergencias económicas permiten al Estado activar una cláusula de escape, es decir, una vía legal para incumplir temporalmente las metas fiscales sin que eso implique sanciones ni ilegalidades.
Esta cláusula no es automática: debe ser activada por el Confis, con el concepto no vinculante del Comité Autónomo de la Regla Fiscal.
Y exige que el Gobierno presente un plan de retorno fiscal, una hoja de ruta que garantice que, una vez superada la emergencia, las cuentas públicas volverán a la senda establecida.
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“La regla fiscal tendrá una cláusula de escape, que permitirá realizar un desvío temporal del cumplimiento de las metas fiscales fijadas en este artículo, en el caso de que ocurran eventos extraordinarios, o que comprometan la estabilidad macroeconómica del país. En caso de que ocurran estos eventos, el Consejo Superior de Política Fiscal - Confis- podrá activar esta cláusula de escape, previo concepto no vinculante del Comité Autónomo de la Regla Fiscal”, se lee en el parágrafo 2 del artículo 5 de la Ley 1473 de 2011.
¿Por qué el Gobierno evalúa esta medida ahora? El contexto actual es complejo: menor crecimiento económico, caída del recaudo tributario, fuga de inversión extranjera y mayores exigencias presupuestales, especialmente en salud, educación e infraestructura.
Todo esto ha desbordado el marco fiscal previsto por el Ministerio de Hacienda, que ha tenido problemas para financiar el déficit estimado en 2025.
El sector financiero en alerta
Uno de los primeros en levantar la voz fue Mario Pardo, presidente ejecutivo de BBVA Colombia, quien en diálogo con La W expresó su “enorme preocupación” por el déficit fiscal, al considerar que los niveles actuales superan incluso los de la pandemia.
“Colombia está siendo incapaz de cubrir sus gastos. Estamos endeudando a los colombianos a futuro”, advirtió Pardo.
El banquero explicó que este déficit se traduce en mayores costos para la financiación del país, lo que impacta tanto al Estado como a la ciudadanía, a través de tasas de interés más altas y presiones sobre el sector financiero.
En caso de que el Confis apruebe el uso de la cláusula de escape, el Gobierno podría aumentar el gasto público y ampliar el déficit sin consecuencias legales inmediatas.
Sin embargo, eso implica riesgos reputacionales, mayor incertidumbre en los mercados internacionales, posibles rebajas en la calificación crediticia y un impacto directo sobre el costo de la deuda externa e interna.
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Según expertos consultados por EL COLOMBIANO, la credibilidad del marco fiscal de mediano plazo se vería afectada, y con ella, la confianza de inversionistas y organismos multilaterales.
Por ejemplo, el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, no se guardó nada y le lanzó una advertencia directa al Gobierno de Gustavo Petro. Según el economista, si la Casa de Nariño decide activar la llamada cláusula de escape para suspender la regla fiscal sin una razón técnica o de peso, las consecuencias serán graves: el país podría enfrentar un aumento en el costo de su deuda y perder credibilidad frente a los mercados.
“Si la salida va a ser, en vez de una señal de austeridad y de compromiso fiscal, utilizar una cláusula de escape sin ninguna razón que la justifique, lo que va a pasar es que habrá consecuencias negativas desde el punto de vista de la deuda pública”, advirtió Mejía. Y no se quedó ahí: “Subirá el costo de financiamiento para la Nación”, remató.
La Contraloría General y otras entidades técnicas han advertido sobre los riesgos de un desbalance macroeconómico si no se toman medidas de control.
“No hay excusa para saltarse la regla fiscal”
En ese mismo sentido, María Lorena Gutiérrez, presidenta de Grupo Aval, advirtió que la situación fiscal del país podría empeorar si el Gobierno Petro decide activar la cláusula de escape de la regla fiscal sin una justificación clara. Para ella, ese camino solo traerá más deuda, pérdida de confianza y, eventualmente, una degradación del grado de inversión.
“Ahora la tasa de endeudamiento por el riesgo que tiene Colombia es altísima”, aseguró. Y agregó que “si se cambia la regla fiscal para evitar el recorte de gasto, lo que va a pasar es que subirá el endeudamiento y, con toda seguridad, habrá una descalificación crediticia que muchos ya estamos esperando para el segundo semestre”.
Gutiérrez no ve razones de peso para tomar una decisión tan drástica: “¿Cuál es el hecho sobreviniente que justificaría saltarse la regla fiscal? Yo no lo conozco. Lo que hemos visto es que en este gobierno se declaran emergencias sin que haya una verdadera emergencia”.
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La empresaria insistió en que el Gobierno sí tiene margen para hacer recortes, pero no quiere asumir el costo político de apretarse el cinturón. “Yo creo que tienen cómo ahorrar. No se puede decir que tienen las manos atadas para justificar que se salten las reglas del juego”, sentenció.