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El Grupo Gilinski lanzó anoche una nueva Oferta Pública de Adquisición (OPA) por otro paquete de acciones del Grupo Sura. La Superintendencia Financiera confirmó la oferta, por lo que se ordenó la suspensión de las negociaciones con la especie en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC).
La BVC, por su parte, precisó que la nueva oferta fue planteada por la firma JGDB Holdings, que en esta ocasión pagaría un precio de US$9,88 por cada especie, que a la tasa de cambio actual sería de $39.457, valor superior a la cotización con la que cerró esta semana Sura en la bolsa de $27.250.
La OPA se formuló para adquirir una cantidad de acciones mínima equivalente al 5% y una cantidad máxima equivalente al 6,25%, lo que sumado a las 118.168.821 acciones adjudicadas ayer a Gilinski le permitirían ser el principal accionista de la holding financiera, con un porcentaje mayor al 30,25%, superando al Grupo Argos que hoy posee un 27,72%.
Y es que a finales de noviembre JGDB Holdings ofertó por Sura, en un proceso que se extendió desde el 24 de diciembre hasta el 11 de enero, y que cerró ayer con la adjudicación del 25,25% de la propiedad. Por esta primera operación Gilinski desembolsará el próximo miércoles, 19 de enero, $3,73 billones, sin contar las comisiones y otros gastos que se comprometió asumir.
El pulso
Las ofertas lanzadas en noviembre por el Grupo Gilinski para comprar participaciones relevantes e incluso dominantes en conglomerados claves de Antioquia como Sura y Nutresa no solo agitan el mercado bursátil nacional, sino que desataron una lucha jurídica cuyas decisiones aún están por verse.
La adjudicación de la primera OPA hecha ayer por la bolsa (25,25%) fue menor al reporte preliminar entregado el martes (25,42%), cuando terminó la OPA. Aunque originalmente el ofrecimiento fue por mínimo el 25,344% de las acciones de Sura, al cierre de la operación el oferente eliminó ese tope, para poderse quedar con las especies que le adjudicara la bolsa.
Pero, pese a la actuación de la bolsa cuya potestad es observar y dar cumplimiento a las transacciones que plantean los diferentes actores del mercado, en el plano jurídico la tormenta está por arreciar.
Reparos
Los primeros asomos de lo que serían los reclamos fueron planteados por los grupos Sura y Argos, los principales accionistas de Nutresa, quienes una vez conocido el aviso de oferta de la firma Nugil advirtieron que no se cumplió con una de las condiciones para este tipo de operaciones, como es la publicación del Cuadernillo de Oferta.
A juicio de Sura esa omisión constituiría una infracción al Mercado Público de Valores toda vez que no se divulgó en forma veraz, oportuna o completa la información que requerían los accionistas para tomar una decisión en cuanto a vender o mantener.
Y 20 días más tarde cuando JGDB Holdings lanzó la OPA por acciones de Sura, la administración de la empresa paisa que lidera Gonzalo Pérez solicitó a la Superintendencia Financiera revisar la legalidad e implicaciones, tanto para la compañía como para el mercado y el país, la intención del inversionista (ver Informe).
Al momento se desconoce qué respuesta dio la entidad a la petición de Sura, que calificó las OPA como elementos sustanciales y determinantes, y no solicitados. “Respetamos las dinámicas del mercado, y esperamos que estas (las OPA) se desarrollen dentro del marco normativo, con altos estándares éticos”, anotó Sura.
Las gestiones
En ese contexto, el periodista Daniel Coronell reveló ayer que Sura envió una comunicación a la BVC en la que pedía que se tenga en cuenta que hay dos recursos jurídicos pendientes alrededor del proceso de compra de acciones por parte de Gilinski.
Y aunque se pensaba que esto impediría la oficialización de resultados de la OPA por parte de la bolsa, el comunicado de ayer en la tarde, adjudicando las acciones, demostró lo contrario. Al igual que el anunció de otra OPA que se conoció anoche.
Además, señaló Coronell, ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) Sura exige saber en qué condiciones esa entidad le concedió a los Gilinski la reserva sobre la información de la existencia de la OPA en diciembre del año 2020.
“Sura interpuso el recurso de reposición ante la Superindustria, porque dice que tenía derecho a conocer el plan de integración, ya que es un afectado directo de ese plan. Y el gobierno de Iván Duque, a través de su superintendente, Andrés Barreto, decidió facilitar la operación sorpresa, argumentando razones de orden público económico”, señaló Coronell a un medio radial.
En este punto, exsuperintendentes de Industria y Comercio consultados por este diario explicaron que esa dependencia debió pronunciarse en el caso de que Gilinski estuviera proponiendo un proceso de fusión o integración de sus empresas con las del GEA, pero por lo que apostaron fue por comprar una participación accionaria minoritaria y relevante. “La única razón por la que la SIC debiera haber emitido algún pronunciamiento sería por un control previo de integraciones, y este no fue el caso”, comentaron.
Por último el recurso de Sura, según Coronell, también sostiene que la OPA lanzada por Gilinski necesitaba permiso de la Superintendencia de Salud porque la compra de acciones cambia el control de más del 10% de una entidad prestadora de salud: la EPS Suramericana.
Desde Sura se confirmó la existencia de la comunicación referida por Coronell, aunque se indicó que no se publicará su contenido ni los detalles exactos de las pretensiones. Desde las superintendencias se mencionó que en estos casos las respuestas se remiten directamente a la sociedad que expresa las inquietudes.