“Generadoras de energía bajaron las tarifas un 10%”

Natalia Gutiérrez, líder del gremio, pide al Gobierno que este ajuste, que se trazó en el pacto, llegue directo a los usuarios y no se quede en la cadena.

“El sector de energía eléctrica del país está de acuerdo con un nuevo indexador diferente al IPC y al IPP”, Natalia Gutiérrez, presidenta Acolgen. FOTO Cortesía.

En el ‘Pacto por la Justicia Tarifaria’, las empresas generadoras de energía ajustaron el valor de las suyas en un 10%, sin embargo le piden al Gobierno nacional que este esfuerzo se vea reflejado directamente en las facturas que pagan los usuarios.

Natalia Gutiérrez, presidenta de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), además de explicar el aporte del gremio en la reducción de las tarifas del servicio de electricidad, habló de la necesidad de la entrada de los proyectos de generación diferentes a Hidroituango en el 2023. Y de paso, expresó el malestar del gremio por la sobretasa del 3% a estas empresas que trae la reforma tributaria.

¿Es pertinente acelerar la transición energética en el país?

“El parque generador convencional es el que le está haciendo la mayor apuesta a las fuentes renovables no convencionales. Entre las plantas hidroeléctricas y termoeléctricas completan el 85% de las inversiones en plantas para la generación de energía limpia. Las empresas generadoras de energía convencional son las que hoy desarrollan las plantas eólicas y solares. Siempre le hemos dicho al gobierno que se debe hacer una transición energética en sus debidos tiempos. Son infraestructuras cuyo montaje es más rápido que una hidroeléctrica o una termoeléctrica, pero no ofrecen la energía en firme así tengan atributos ambientales y sostenibles”.

¿Cómo debe ser una transición energética oportuna?

“La demanda de energía en el país debe seguir creciendo para que la capacidad instalada de las fuentes renovables convencionales, renovables no convencionales y las convencionales también lo hagan y puedan atender sin déficit el creciente consumo. Así, las plantas renovables pueden ir ganando un espacio seguro dentro de la matriz de generación ya que podrán atender la demanda con energía en firme y confiable (24 horas del día, siete días a la semana), y a precios competitivos. Es decir, con complementariedad eficiente. La transición energética debe ser equilibrada y con todas las tecnologías”.

¿Una crisis energética como la de Europa se puede presentar en Colombia?

“No habrá crisis, siempre y cuando la demanda del país sea abastecida de manera efectiva y eficaz, no importa la fuente de generación, y debe ser con soberanía energética y participación de todas las tecnologías con precios competitivos. Europa está viviendo esta situación porque tiene un déficit amplio en fuentes de generación. En la mayoría de países del viejo continente aceleraron la transición energética con el montaje de plantas eólicas y solares, sumado al gas que enviaba Rusia para las termoeléctricas. Hoy, están volviendo a prender las termoeléctricas a carbón y buscando este insumo en todos los rincones del mundo, y se podrían presentar racionamientos. En Colombia tenemos autoabastecimiento de electricidad, y un diseño de mercado que permite tener energía las 24 horas al día”.

¿Cuál es el panorama del sector para el 2023?

“La apuesta es a que los proyectos que están en el cronograma puedan entrar en operación para que no haya señales de escasez de energía a corto y mediano plazo. La demanda está creciendo de forma acelerada y ante este panorama el país no puede perder de vista las señales de seguridad y soberanía energética. Tenemos los recursos para generar electricidad y el diseño de mercado eléctrico que permite dar esas señales. El Gobierno nacional debe estar muy atento a que la disponibilidad de energía de los próximos años frente a las curvas de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) se presenten en subastas de expansión para cubrir eficientemente la creciente demanda”.

¿Es representativo el ajuste de las tarifas entre 4% y 8%?

“Es un esfuerzo de toda la cadena y que representa un ahorro por casi $2 billones. La voluntad es por toda la energía del país. Y no hay que ver ajuste desde su porcentaje. Al respecto se puede ver el vaso medio lleno o medio vacío, y el solo haber frenado la tendencia al alza que traían las tarifas cuando los precios en el mundo no han parado de subir, incluso en algunos países con racionamientos, es un buen escenario para el país”.

¿Cuál sería el nuevo indexador que trazaría las tarifas de energía?

“El sector de energía eléctrica del país está de acuerdo con un nuevo indexador diferente al IPC y al IPP, y estamos dispuestos a colaborar con el Gobierno en la fijación de uno nuevo; esto hace parte de los diálogos en las mesas que se abrieron con los ministerios de Minas y Energía, de Hacienda y el Departamento Nacional de Planeación (DNP). Dos de los cinco gremios del sector están realizando los estudios para establecer el indicador ideal y planteárselo al Ejecutivo”.

¿Por qué en el ajuste, las tarifas no bajaron más del 10%?

“El balance que anunció el Gobierno es el que sale del operador de mercado que es XM, quien tiene todos los resultados de las negociaciones de los contratos, las empresas generadoras hicieron un alto ajuste, no todos los comercializadores y distribuidores se acogieron al pacto con la Nación. Y reitero, que este ajuste a la baja debe verse reflejado en la factura de energía”.

¿Los generadores en cuánto bajaron las tarifas?

“Los generadores han llegado a descuentos hasta del 10% en las tarifas para los contratos de energía, e incluso se ha modificado el indexador. El llamado que le hacemos al Gobierno nacional es que el beneficio que está entregando el generador beneficie directamente al consumidor final y no se quede a lo largo de toda la cadena (transmisión, distribución y comercialización), esa ha sido una preocupación del gremio de los generadores de energía”.

¿Cómo analizan el nuevo aplazamiento para Hidroituango?

“Confiamos que el megaproyecto entre en operación porque lo necesita el país. Pero no solo esta megaobra, sino también las otras que están agendadas pero que llevan más de un año de atraso en el avance de trabajos, lo deben hacer. Ese es el caso de las iniciativas de plantas eólicas y solares en La Guajira los cuales están muy atrasados. Son más de 3.000 megavatios de capacidad instalada en generación que está esperando el país, y la demora se debe a que la línea de transmisión de Colectora también está muy atrasada por problemas de licenciamiento ambiental, y el desarrollo de las consultas previas ha sido muy complejo. Con la entrada en operación de estas fuentes renovables de electricidad, las tarifas de energía comienzan a bajar”.