El Grupo Argos consolidó una utilidad neta de $2,2 billones en el primer trimestre de este año, aunque el conglomerado de infraestructura anotó que en ese periodo observó una serie de transacciones no recurrentes de gran magnitud que impactaron los números.
Al excluir esas operaciones no recurrentes, en sus ingresos, rentabilidad operativa y utilidad neta, se reflejó un entorno más favorable para el negocio de energía eléctrica, así como la valorización de los activos en concesiones viales y aeroportuarias y la disciplina operativa y financiera en todas las plataformas.
En los resultados consolidados proforma, que excluyen efectos no recurrentes registrados en 2024 y 2025, la compañía reportó ingresos por $2,9 billones, creciendo 3%, mientras que el Ebitda alcanzó $809.000 millones, creciendo 25%.
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La utilidad neta consolidada proforma del periodo fue de $246.000 millones, aumentando un 236% y la utilidad neta controladora proforma se triplicó frente al mismo periodo de 2024, llegando a $113.000 millones.
“Grupo Argos inició el año con resultados operacionales crecientes y una posición de caja robusta, apalancada en transacciones estratégicas. Esta fortaleza financiera y los cerca de US$3.000 millones disponibles producto de la desinversión de Summit Materials, impulsan nuestra estrategia para seguir desplegando capital con visión de largo plazo en beneficio de todos nuestros accionistas”, resaltó Jorge Mario Velásquez, presidente de Grupo Argos.
Durante el primer trimestre del año, Cementos Argos concretó la venta de su participación en Summit Materials. Los recursos provenientes de esta transacción se encuentran actualmente invertidos en vehículos financieros de alta liquidez y sin exposición a riesgo de mercado, mientras la compañía define su destino estratégico a través de un exhaustivo proceso de análisis de alternativas.
Otra filial de Grupo Argos, Celsia, reportó ingresos por $1,45 billones, creciendo 6%. La utilidad neta fue de $108.000 millones, creciendo 264% frente al año anterior. Este resultado obedeció a una mejor hidrología y a la normalización de los costos de generación.
La compañía también avanzó en su estrategia de transición energética, destacándose los avances en la construcción del parque eólico Carreto, en el Atlántico, y la adquisición de un portafolio de 675 megavatios en proyectos renovables no convencionales de gran escala.
Odinsa, por su parte, contabilizó ingresos por $131.000 millones, y una utilidad neta de $99.000 millones. Estos resultados reflejaron la valorización de activos viales y los dividendos recibidos durante el trimestre.