Atendiendo los requerimientos de la Superintendencia Financiera sobre los planes de contingencia adoptados por las empresas para enfrentar la emergencia económica y sanitaria derivada del coronavirus, las grandes compañías del país publicaron los reportes, en los que dan cuenta de los riesgos que han detectado y que podrían afectar sus operaciones.
En el último mes son múltiples las sociedades que han tenido que paralizar sus actividades productivas o realizarlas parcialmente, acogiendo las directrices impartidas por el Gobierno. Pero, ¿cuáles son los retos que vislumbran los empresarios?
Los riesgos
EPM, por ejemplo, advirtió del deterioro en el desempeño de los negocios y la sostenibilidad empresarial. A juicio de la compañía esos efectos negativos serían fruto de los decretos para la reinstalación y reconexión inmediata de los servicios de alcantarillado y acueducto en los hogares que lo tuvieran suspendido, el mayor desempleo, la disminución en la capacidad adquisitiva de los hogares y la reducción de la demanda.
En ese contexto, la empresa prevé: “incremento de cartera morosa de hogares y pequeñas y medianas empresas, reducción en el flujo de efectivo, menor demanda y recaudo, incremento de las cuantías de los contratos y en la operatividad de la empresa, afectación en la cultura de pago y disminución en el Ebitda (pérdida de ingresos e incremento de costos operativos)”.
Frente a ese panorama, EPM apuesta por revisar el plan de inversiones, para identificar qué se puede optimizar, priorizar costos y gastos, sin poner en riesgo la operación.
Buscando ahorros
El Grupo Argos explicó que ejecuta un monitoreo estratégico a: Cementos Argos, Celsia y Odinsa. “Se han identificado ahorros en costos y gastos de las filiales en cuantía de 440.000 millones de pesos anuales, y en desplazamiento o cancelación de inversiones en bienes de capital por 870.000 millones. Eso fortalece la posición de cada negocio y genera las condiciones para garantizar la sostenibilidad de las operaciones”, mencionó.
Para asegurar las operaciones de sus negocios en Colombia, Perú, Chile, Brasil y Bolivia, Interconexión Eléctrica (ISA) dispuso de personal que soporta los procesos de tiempo real. Para tal fin, se tienen habilitados centros principales y de respaldo con grupos de operadores separados y turnos establecidos.
“Dada la masificación del trabajo en casa, se podría intensificar el riesgo de ataques cibernéticos que afecten las operaciones, la integridad, confidencialidad o disponibilidad de la información”. En este sentido, se reforzaron mecanismos de seguridad de la infraestructura tecnológica, se indicó (ver Paréntesis).