Expertos afirman que hay un mayor riesgo de que suba el precio de la energía en los próximos meses. Esto se debe al impacto del fenómeno de El Niño.
Las consecuencias del fenómeno de El Niño ya se comienzan a apreciar, y sus efectos en los embalses hídricos a causa de la escasez pluvial los han llevado a tener una reducción sustancial en sus niveles de casi 10% frente a diciembre de 2023.
De acuerdo con datos entregados por el Operador del Sistema Interconectado Nacional, XM, el nivel agregado del embalse del sistema eléctrico para el 24 de enero de 2024 se ubicó en 60,07% del volumen útil, hablan de una alerta si llega a 55%.
Estos datos, en comparación con diciembre de 2023, reflejan una reducción de casi 10%, fecha en la que el nivel agregado del embalse se ubicó en 70,2% del volumen útil, una cifra que en su momento estaba 4,61 puntos por debajo del nivel reportado en noviembre (74,81%).
De acuerdo con Amylkar Acosta, exministro de Minas y Energía, con el agregado del nivel de los embalses en 60% y con aportes hídricos por debajo de 50% que se registran actualmente, el Sistema Interconectado Nacional, SIN, dependerá cada vez más del parque térmico el cual, a lo sumo, puede satisfacer 55% de la demanda. Preocupa aún más saber que los meses más críticos serán los de marzo y abril.
Eso qué significa
En palabras del propio exministro: se puede afirmar que el SIN está llegando a su máximo grado de stress, el cual nos expone a un mayor riesgo de racionamiento y a una persistente presión al alza de los precios y las tarifas de energía en los próximos meses, “sobre todo si se tiene en cuenta la estrechez del margen de maniobra entre oferta y demanda de energía, que no supera 5%”.
Según Acosta, el proyecto de Resolución Creg 701 028 de 2023, al establecer el tope de $532 el kWh, induce a las hidroeléctricas a ofertar precios por debajo del mismo y, al ser despachadas, gastan la reserva de agua almacenada para enfrentar el recrudecimiento del Fenómeno de El Niño, elevando aún más el riesgo de racionamiento.
Además, de los 23 embalses que sirven a las hidroeléctricas, “solo uno de ellos, El Peñol, de Guatapé, tiene una capacidad de regulación superior al año, el resto de solo cuatro meses”, enfatizó.
La situación sería crítica si los niveles siguieran la tendencia a la baja a partir de 54% para la Grec o a partir de 53% para XM, lo que llevaría a comenzar a pensar en el racionamiento.
Para Ismael Suescún, profesor de la facultad de ingeniería de la UdeA, la tendencia a la baja podría llevar a alguna dificultad de orden de racionamiento de energía. “Si nos bajamos a 40% en los grandes embalses, hay que racionar”, explicó
