Tras un 2019 difícil, en el que a corte del tercer trimestre decreció 2,6 %, el sector colombiano de la construcción pone sus fichas en la Vivienda de Interés Social (VIS) y la compra de inmuebles nuevos para retomar una senda favorable.
¿Por qué? La menor dinámica en la construcción en este periodo ha sido causada, entre otras cosas, por el decrecimiento del renglón de edificaciones residenciales y no residenciales, que entre julio y septiembre del año pasado se ubicó en -11,1 %.
Es por eso que en las proyecciones para este 2020, la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) manifestó que las VIS “continuarán creciendo y consolidándose como el principal segmento del mercado, y se espera una variación anual del 5,6 %, lo que significará 116.089 viviendas”.
Para Pablo Basto, gerente del Canal Constructor de Corona, es otra la realidad. Según el directivo, los cambios no serían muy significativos debido a que “el mercado de la vivienda no VIS sigue reprimido, por causas como una contracción en la compra de los estratos cinco y seis”.
Seguido a ello agrega que a pesar de que la VIS ha venido mostrando un crecimiento alentador, “el consumo de productos en estas construcciones, en general, es muy bajo frente a las no VIS”.