Con una asistencia de 15.000 personas y ventas que alcanzaron los noventa y nueve millones de pesos, se realizó en el centro de Medellín la edición número 17 de la Parada Juvenil de la Lectura. La muestra comercial, que se extendió desde la tarde del sábado hasta el amanecer del domingo, reunió a editoriales, emprendimientos literarios, creadores de productos ilustrados y propuestas gastronómicas.
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Según información de suministrada por la Secretaría de Cultura de la capital antioqueña, en total se vendieron 2.357 libros y productos literarios, siendo los títulos más demandados Vírgenes y toxicómanos, de Mario Mendoza; Aranjuez, de Gilmer Mesa, y Tan poca vida, de Hanya Yanagihara.
En el marco de la estrategia Libros Libres, once editoriales donaron 2.847 textos literarios, que circularon entre los lectores que asistieron a alguna de las 237 actividades orientadas a públicos diversos, con énfasis en jóvenes, estudiantes y familias. Una de las franjas más concurridas fue la de Jardín Lectura Viva, con 4.792 participantes en actividades de fomento a la lectura, la escritura y la oralidad. Talleres, lecturas en voz alta, recitales poéticos, conversatorios y hasta karaoke literario hicieron parte de esta oferta que reunió a personas de todas las edades.
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En el contexto de esa programación cultural, periodistas de esta casa editorial compartieron sus conocimientos con el público. El primero fue Leonardo Bautista, que participó en el conversatorio Rebeliones de pantalla, en la que también intervinieron Santiago Piedrahíta y María Camila Molina. La segunda fue Ana Plata, que conversó con Juan Miguel Zapata y Daniel Bravo en la charla Terapias en la interfaz.
La Parada Juvenil de la Lectura fue organizada por la Alcaldía de Medellín con el apoyo de Comfama, Comfenalco y la Fundación EPM.