El impacto financiero ocasionado por la pandemia de covid-19 llevó a que los países tuvieran que aumentar su gasto público para hacer frente a las necesidades y costos extraordinarios derivados de la crisis sanitaria. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima que estos efectos generarán en la región una contracción de la actividad económica del 5,3 % en 2020, la más grande desde la década de 1930, y que tendrá fuertes repercusiones en el trabajo, la pobreza y la desigualdad.
Para el economista y docente de la Universidad de Antioquia, Ramón Javier Mesa Callejas, entre los principales factores que han disparado el gasto público en América Latina durante la pandemia, se encuentran la atención de la emergencia sanitaria, la protección a los grupos vulnerables y la recuperación de los sectores económicos.
El panorama regional
Estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) arrojaron que mientras en el año 2019 la deuda pública de América Latina representaba el 68,9 % de su Producto Interno Bruto (PIB), al cierre del año 2020 alcanzó niveles del 79,3 %, es decir, más de 10 puntos porcentuales. De acuerdo con esto, según el análisis de la Escuela de Negocios EAE Business School sobre el endeudamiento durante la crisis sanitaria, en América Latina, al igual que en el resto del mundo, el aumento de la deuda pública fue provocado por el déficit fiscal de los países que, necesariamente, se han debido financiar con mayores niveles de endeudamiento.
“Si se compara con el aumento de las economías avanzadas del mundo, hay una diferencia en la magnitud, ya que en estas el aumento ha sido de 20 puntos porcentuales superando niveles del 124 % del PIB. Sin embargo, las economías de Latinoamérica no tienen fortaleza, por lo que el efecto puede ser mucho peor. Según el FMI, la caída del PIB en América Latina ha sido superior al billón de dólares, quedando en 4,2 billones en 2020, por lo que el aumento de la deuda pública se sitúa alrededor de los 200.000 millones de dólares, una cantidad importante porque aumenta la deuda per cápita de los latinoamericanos y sitúa el stock de deuda en valores superiores a los 3,3 billones de dólares”, indicó Juan Carlos Higueras, analista económico y profesor de EAE Business School.
Por su parte, el informe de la Cepal sobre el panorama fiscal de América Latina y el Caribe en 2020, indicó que la tendencia alcista del endeudamiento en la región (3,3 puntos del PIB) se vio principalmente influenciada por los casos de Costa Rica, Panamá y Ecuador, con incrementos de deuda bruta de 10,6; 7,1 y 5,6 puntos del PIB, respectivamente.
Asimismo, según el informe, en el Caribe se observó una situación distinta, ya que la gran mayoría de los países registraron una contracción de su deuda como porcentaje del PIB: Jamaica experimentó una reducción de su deuda bruta en 9,7 puntos del PIB entre 2018 y 2019, seguida por Guyana (6,8 puntos), Granada (5,1 puntos) y Dominica (4,2 puntos). Mientras tanto, Suriname, San Vicente y las Granadinas y Belice han aumentado su deuda en relación con su producto, entre 2018 y 2019, con 2,6; 1,4 y 0,1 puntos porcentuales del PIB, respectivamente.
La distribución por países
En los últimos 20 años, según los cálculos de la Cepal, el nivel más bajo de la deuda pública bruta de los gobiernos centrales de América Latina se registró en 2011 con un 29,8 % del PIB. Desde entonces, el saldo del endeudamiento en la región ha aumentado 15,4 puntos porcentuales del PIB, hasta alcanzar un 45,2 % en 2019.
Así, la desagregación de la información reveló que 6 de los 18 países de los que se cuenta con información han incrementado su nivel de deuda por encima del crecimiento promedio regional: Argentina, con un incremento equivalente a 50,5 puntos porcentuales del PIB, Costa Rica con 31,7 puntos, Ecuador con 30,1 puntos, Brasil con 24,5 puntos, Chile con 16,9 puntos y Honduras con 16,4 puntos.
En el caso de Colombia, Higueras explicó que la deuda pública del país en 2020 superó los 180.000 millones de dólares, lo que representó más del 61 % del PIB: “Este es un nivel de endeudamiento que se encuentra en el límite de lo aceptable para una economía. Sin embargo, no hay una estabilidad en cuanto a la deuda, en especial si se compara con el año 2019 donde el monto de la deuda pública fue cercano a los 153.000 millones de dólares, representando el 49 % del PIB, es decir, ha sufrido un importante incremento de casi el 20 %, equivalente a casi 28.000 millones de dólares, por tanto, un impacto en relación al PIB cercano a los 12 puntos porcentuales”, apuntó.