Ante la falta de avances en la judicialización de quien ella señala como su violador, una joven de Medellín decidió hacer público en redes su caso, pero también dejar en claro una reflexión que deberían hacerse todas las personas ante hechos tan lamentables como un abuso sexual.
Su nombre es María Clara Serna, quien este miércoles en la emisora nacional La W volvió a exponer públicamente la agresión sexual que sufrió tras una noche de fiesta en un espacio que ella calificó como seguro.
Según su relato, que también ha replicado en sus redes, el incidente ocurrió entre la noche y la madrugada del 4 y 5 de julio al interior de un apartamento de un allegado en barrio El Poblado.
Resumiendo su relato, ella comentó que tras la fiesta ella se había acostado a descansar en una cama con su novio en una de las habitaciones del apartamento. En el mismo espacio se encontraba otra persona supuestamente dormida.
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Sin embargo Serna comentó que, horas después, ella se despertó y en ese momento se dio cuenta que el ocupante de la habitación la estaba abusando sexualmente.
Tras el suceso, María Clara salió de la habitación y, al reunirse con sus amigos, se desplomó y rompió en llanto. Ante la grave situación fue llevada de inmediato a su EPS, donde se activó el "código fucsia" en el que se hizo la recolección de pruebas (ropa y muestras de ADN) para que la Fiscalía iniciara la investigación que pusiera tras las rejas al responsable.
Sin embargo, han pasado 110 días, 15 semanas y más de tres meses en los que la joven denunció que su caso sigue engavetado y el responsable de su abuso orondo y campante. Ante esta situación ella ha dado a conocer su caso en redes sociales buscando justicia. Otros allegados a ella también han hecho eco de las denuncias.
De hecho,uno de ellos recibió mensajes de al menos otras tres mujeres que afirmaron haber vivido situaciones similares con hombres del mismo círculo social del señalado agresor. En diálogo con la revista SEMANA Serna comentó que este "grupito de amigos están recontra cagados en la plata" y que uno de ellos, supuestamente habría abusado de dos niñas, y que a raíz del escándalo se fue a vivir a Dubái.
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Como es tristemente habitual, en este tipo de casos no faltan las personas desalmadas que hacen comentarios que nunca debieron de haber salido de sus mentes.
Tal vez por esto, el pasado mes de agosto la joven publicó un nuevo video en el que no solo volvió a pedir justicia sino que también invita a una reflexión.
“Ya puse la denuncia formal en la Fiscalía hace más de un mes. ¿Y saben qué ha pasado? Nada. Absolutamente nada. Porque si esperaban que con solo ir a la justicia todo se va a resolver mágicamente, pues bienvenidos a Colombia. Entonces, este video tiene un objetivo muy claro. Es un escrache. Porque como la justicia no hace nada y pareciera que así se van a quedar las cosas, pues me toca a mí ponerle cara y nombre a la persona que me hizo daño. El nombre del presunto agresor es José María Mira Barrientos. Y si a alguien le incomoda que lo diga tan claro, es porque está más acostumbrado a ver a las víctimas calladas que a los agresores teniendo consecuencias por sus actos”, apuntó.
En el video la joven no solo denunció que el agresor sigue sin dar la cara, se encubre con sus amigos y que encima ha mandado un abogado a intimidarla con acciones legales.
“Sí, a la persona que tuvo el valor de hacer la denuncia pública. Le dijo que aparte de tener que borrar los videos, tenía que retractarse públicamente de todo lo que había dicho. Claro, y que se quedara callado. Calladito, como a él le gustaría tenernos a todas. Porque así siempre es el guión. Primero se disfraza de víctima, después se desaparece. Y después cuando ve que la verdad lo alcanza, manda al abogado a ver si a punta de amenaza logra callarnos”, añadió.
Serna también narró lo que ha sido el trauma del abuso sexual en el que muchas veces la gente prefiere conocer los detalles por el simple morbo.
“Ningún detalle que ustedes quieran escuchar debería ser más importante que el hecho de que yo no di mi consentimiento. Y ese hecho por sí solo ya lo convierte en abuso. Y antes de que lleguen los mismos de siempre a comentar estupideces, yo les voy a ahorrar el tiempo. ¿Quieren la historia completa? ¿Con horarios, lugares, cuántos tragos me tomé, si lloré, si me resistí, si grité? ¿Quieren eso por justicia o por morbo? Porque es que no importa cómo uno cuente su historia, siempre va a haber un imbécil listo para ponerlo en duda. Si lloro, es show. Si estoy firme, es mentira. Si dudo al hablar, me lo estoy inventando. Si hablo claro, estoy exagerando”, dijo.
Serna también narró lo que ha sido el proceso ante la justicia, un relato con el que posiblemente mucha víctimas estarán de acuerdo con ella.
“No me digan que lo supere, porque voy a seguir aquí hablándolo y gritándolo si es necesario. Y si vos no sabes lo que cuesta, entonces cerrá el hocico y guardate tus comentarios. Y antes de que se pongan a hablar sin tener idea, pónganse a leer un poquito y averigüen qué es un código fucsia acá en Colombia, porque es que esto no es solo ir y levantar una denuncia, esto es pasar más de 16 horas en urgencia, mamarte una citología de mierda larguísima mientras estás en shock. Es contar la historia una, dos, tres, cuatro veces a médicos, enfermeras, funcionarios, policías, Secretaría de la mujer. Aparte te quitan toda la ropa que tenías puesta, la meten en bolsas, la mandan a la Fiscalía y vos te quedas en bata sin siquiera ropa interior, muriéndote de frío. Y eso sí, esperando y esperando y esperando y volviendo a esperar. Ah, bueno, y después viene un cóctel de pastillas que por lo menos mi cuerpo rechazó dos veces. Y la mejor parte... retrovirales por 30 días contra el VIH”, comentó.
Serna comentó que se ratifica en sus testimonios y en lo sucedido, y volvió a hacerle un llamado a la justicia.
“Este no es solo mi caso. Este es el caso de miles de mujeres que no quieren o no pueden hablar. De las que ya lo hicieron y no les creyeron. O de las que ni siquiera están vivas para contar su historia. Así que sí, esto es personal, esto es político y esto es público. Y a vos, José María, no te deseo paz, te deseo memoria. Y que cada vez que intentes dormir, seas vos el que no pueda olvidar”, puntualizó.
Ante esta situación, el señalado agresor le respondió a SEMANA por WhatsApp, indicando que no había sido notificado por ninguna autoridad competente sobre un proceso judicial en su contra. Y ante las acusaciones de Serna en redes sociales dijo que su equipo de abogados estaba adelantando acciones legales para defender su "buen nombre" ante lo que considera "hechos falsos".
Este diario intentó comunicarse con Serna por redes sociales para ahondar en sus denuncias pero al momento de la publicación no había sido posible.
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Preguntas sobre la nota:
- ¿Qué es el “código fucsia” en Colombia?
- Es un protocolo de atención médica y judicial que se activa para proteger a víctimas de violencia sexual y recolectar pruebas en las primeras horas tras el hecho.
- ¿Qué hacer si fui víctima de abuso sexual en Medellín?
- Acude de inmediato a urgencias y solicita activar el
código fucsia. Denuncia ante la Fiscalía o la Comisaría de Familia. También puedes recibir apoyo psicológico gratuito en la Secretaría de las Mujeres de Medellín.
- ¿Cuánto tiempo tiene una víctima para denunciar un abuso sexual en Colombia?
- El delito de acceso carnal violento o acto sexual abusivo
no prescribe fácilmente. Puede denunciarse en cualquier momento, aunque es recomendable hacerlo lo antes posible para conservar las pruebas.
- ¿Qué es el escrache y por qué algunas víctimas lo usan?
- Es una forma de denuncia pública usada cuando la justicia no actúa. Busca visibilizar agresores y generar presión social. No reemplaza la vía judicial, pero impulsa el debate.