Las autoridades del Aburrá presentaron el balance de las incautaciones de varias armas de fuego y de menor letalidad (que ante la ley se catalogan como armas de fuego de uso restringido) que estarían siendo usadas en la ejecución de acciones criminales por la delincuencia, sobre todo en hurtos.
Desde el pasado mes de julio en total han sido incautadas 641 armas de fuego y de menor letalidad de diferentes tipos como pistolas, revólveres, escopetas y fusiles, lo que representa un aumento del 113% en comparación con las cifras de 2022.
Las armas de fuego requisadas son sometidas a un estudio balístico por parte de la Policía Científica y Criminal para establecer si han estado involucradas en otros hechos delincuenciales.
Estas incautaciones dejaron 258 personas capturadas en flagrancia por el delito de fabricación, porte o tráfico de armas de fuego, además en la mayoría de las ocasiones a estas personas se les imputan otros delitos como hurto calificado y agravado, homicidio y lesiones personales; entre otros.
Una de las incautaciones más recientes se realizó en una vivienda ubicada en el barrio La Gabriela del Municipio de Bello, donde se incautó un fusil AKM, una granada de fragmentación y un revólver calibre 38.
Durante la investigación adelantada junto a la Fiscalía se logró establecer que la vivienda donde se realizó el allanamiento era utilizada como sitio de almacenamiento de armas de fuego por parte de un grupo delincuencial con injerencia en este sector.
En otro procedimiento que inició en el sector de El Poblado, y en medio de una persecución, se logró interceptar un vehículo en el que fueron capturados dos hombres en el barrio Chagualo, quienes habían hurtado a un ciudadano en la comuna 14 de Medellín.
A estas personas les fue hallada un arma de fuego con la que al parecer intimidaron a las víctimas y cometieron el hecho delictivo, además, se logró la recuperación de los elementos hurtados.