Luego de más de 20 años de haber estado encarcelado en territorio norteamericano, el exmafioso Fabio Ochoa Vásquez regresó en el mes de diciembre a Colombia. Ahora se le ha visto montando caballo en uno de los clubes hípicos de la capital antioqueña.
El pasado 23 de diciembre, el menor de los hermanos Ochoa, Fabio, llegó deportado desde los Estados Unidos a territorio colombiano tras haber pagado una condena en ese país por enviar 30 toneladas de cocaína. Su captura se había dado en Colombia en el año 1999 y luego de la autorización del presidente Andrés Pastrana para su extradición, fue llevado ante la justicia estadounidense en el año 2001.
En contexto: Fabio Ochoa, exsocio de Pablo Escobar, llegó deportado a Colombia desde EE. UU.
Ochoa Vásquez fue condenado a 30 años de prisión por el delito de narcotráfico, sin embargo, por buena conducta en prisión tuvo una rebaja del 15 % en su condena, haciendo que quedara en libertad el 4 de diciembre de 2024.
Debido a esto, fue deportado a territorio colombiano, a donde llegó acompañado por Migración y, tras hacer la respectiva verificación, se encontró que no tenía procesos pendientes con la justicia colombiana.
En medio de sus primeras declaraciones en libertad, el menor de los Ochoa y uno de los fundadores del Cartel de Medellín afirmó que pasaría sus días en la ciudad de Medellín junto a su familia, algo que al parecer estaría cumpliendo de acuerdo a las últimas imágenes en las que se le ha visto montando a caballo.
Las imágenes las dio a conocer el Club Hípico el Rancho, que posteó una imagen del exnarcotraficante montando uno de sus ejemplares. Cabe resaltar que Fabio viene de una familia ganadera, pues su padre, Fabio Ochoa Restrepo, se dedicó a levantar caballos de paso fino en varias subregiones de Antioquia.
El prontuario criminal de Ochoa
Al miembro del clan Ochoa lo condenaron a 30 años de prisión en Estados Unidos por un expediente de narcotráfico. Lo acusaron de enviar hasta 30 toneladas de cocaína a Norteamérica. Fue capturado por la policía colombiana en octubre de 1999 y desde octubre de 2001 estaba extraditado.
En el expediente contra Ochoa también se encuentra su responsabilidad en el asesinato del piloto e informante de la DEA, Barry Seal.
Ochoa ingresó al mundo del narcotráfico cuando tenía 24 años en compañía de sus hermanos hombres. Su primer envío de narcóticos fue de un kilo de cocaína y terminó siendo procesado por exportar 30 toneladas mensuales en promedio hacia finales de la década de 1990.
El poderío criminal de Ochoa era discreto si se compara al de sus hermanos. Sin embargo, alcanzó a integrar Los Extraditables, el cartel de narcos que pusieron en jaque a los gobiernos de Belisario Betancur, Virgilio Barco Vargas y César Gaviria. Alegaban su aparente derecho a ser juzgados en Colombia y no por la justicia de Estados Unidos.
Cuando el cartel de Medellín desapareció, Fabio Ochoa siguió delinquiendo y se enroló con el cartel Milenio de México. El año pasado, al parecer por su buen comportamiento, obtuvo una rebaja de 15% en su condena. Estaba estudiando y se habría inventado un dispositivo para crear energías limpias.
Durante su tiempo como miembro del Cartel de Medellín, Ochoa estuvo involucrado en el tráfico de grandes cantidades de cocaína hacia Estados Unidos, junto a otros miembros de la organización, como Pablo Escobar Gaviria, Carlos Lehder y Gonzalo Rodríguez Gacha.
El antioqueño fue capturado en 1999, junto a otras 31 personas, en el marco de la Operación Milenio, que pretendía desmantelar los remanentes transnacionales del cartel. De todos ellos, era el único que seguía preso.
En 1990, Ochoa fue uno de los primeros narcos en entregarse a la justicia a cambio de aceptar una rebaja en la pena y la promesa de no ser extraditado. Estuvo tras las rejas hasta 1996, cuando el cartel de Medellín estaba ya estaba extinto.
