El tití cabeciblanco es una especie de primate endémica de Colombia que presenta graves amenazas a su existencia por cuenta de la pérdida de su hábitat y la captura ilegal para su comercialización como mascota.
Y un grave síntoma de que la situación se está volviendo más preocupante es la denuncia hecha por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá la cual anunció que entre diciembre de 2024 y lo que va de febrero de 2025 han ingresado 14 animales de esta especie, el triple de lo que ingreso hace un año durante el mismo período.
Los casos ingresados al Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación CAVR de fauna silvestre evidencian las dramáticas consecuencias del cautiverio al que son sometidos estos primates.
Algunos de los animales llegan con signos de enfermedad metabólica que les impide desplazarse normalmente, incluso por esta enfermedad, sus huesos se vuelven blandos y flexibles, con múltiples facturas en sus patas, columna y cola.
Además, estos primates llegan muy delgados, con signos evidentes de desnutrición que se pueden ver reflejados en su pelaje opaco y áspero, a causa de la dieta inadecuada que consumen durante su cautiverio.
La mayoría llegan al CAVR con sus colmillos recortados o limados, una práctica cruel que les impide alimentarse adecuadamente en su hábitat natural, ya que sus dientes son esenciales para esta función.
Esta mutilación no solo causa dolor y estrés a los animales, sino que también los deja vulnerables a infecciones en su cavidad oral, lo que puede generar graves problemas de salud e incluso poner en peligro sus vidas.
Así mismo, debido a su fuerte vínculo materno-filial, las crías de tití cabeciblanco permanecen muy cerca de sus padres durante sus primeros meses de vida. Esta dependencia los convierte en víctimas fáciles del tráfico ilegal, ya que los traficantes suelen matar a los padres para arrebatarles sus crías.
Por lo tanto, la llegada de crías infantiles o juveniles a los centros de rescate es un indicador de que sus padres fueron asesinados.
“Reiteramos el llamado urgente a la ciudadanía para rechazar la tenencia de fauna silvestre como mascota y denunciar cualquier actividad relacionada con su comercialización ilegal”, dijo Paula Andrea Palacio, directora del Área Metropolitana.