Con 14 votos a favor y dos en contra, el Concejo de Medellín aprobó este lunes un proyecto que marca un antes y un después en la publicidad visual de la ciudad.
Esta nueva regulación, que fue promovida desde la Alcaldía a través de la Secretaría de Desarrollo Económico, busca, por medio de normas más flexibles, incentivar y dinamizar la industria de la publicidad visual, como ocurre en grandes capitales del mundo como Nueva York, Londres o Tokio, para fomentar el turismo y el dinamismo económico.
En concreto, el proyecto de acuerdo que fue aprobado el lunes modificó un acuerdo de 2017 que en ojos de la administración ya estaba obsoleto para las dinámicas actuales de la ciudad. El primer cambio tiene que ver con establecer unas “Áreas de Reglamentación Especial (ARE)”, que “por sus condiciones, físicas, sociales y económicas representativas para el distrito a nivel urbano, permiten desarrollar de manera especial proyectos de publicidad exterior visual (...), previo concepto de viabilidad por parte de la Comisión Intersectorial Asesora del Espacio Público”, se lee en el proyecto que fue aprobado.
Esa Comisión Asesora estará integrada por dependencias y entidades del conglomerado público, como la secretaría de Ambiente, el Departamento de Planeación, la Agencia APP, la secretaría de Seguridad, entre otras, y será la que defina si en un lugar se puede o no poner publicidad de grandes dimensiones. Entre las responsabilidades que se le asignaron a la Comisión está realizar estudios técnicos para garantizar que no genere “contaminación visual excesiva ni afecte la identidad cultural y arquitectónica de la ciudad”.
Hay que destacar que las iniciativas para estas zonas especiales pueden ser tanto públicas, como privadas, es decir, que las empresas y los ciudadanos también pueden proponer y sacar provecho de las pantallas gigantes.
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Por otra parte, las Áreas de Reglamentación Especial solo podrán aplicarse en zonas de media y alta mixtura, de acuerdo al POT.
Las zonas de baja mixtura son las mayoritariamente residenciales; las de media son donde hay combinación de residencia y comercio y/o industria; y, finalmente, las de alta mixtura son donde hay más comercios e industrias que viviendas. Sin embargo, cada vez en la ciudad se han hecho más difusos los límites entre los usos del suelo. El nuevo acuerdo permite, entre otras cosas, “elementos publicitarios novedosos” que podrán instalarse hasta por más de cinco años en “cubiertas, terrazas, fachadas y demás elementos arquitectónicos de las edificaciones”.
Entre los cambios más importantes que se aprobaron está que ahora ya no tendrán restricciones horarias y podrán estar encendidos todo el día y toda la noche, mientras que antes debían apagarse entre las 10:00 p.m. y las 6:00 a.m.
La mayoría de los concejales celebraron la aprobación del proyecto de acuerdo que, consideran, pone a la ciudad a la vanguardia en relación con el negocio de la publicidad.
Críticas al proyecto
A pesar de que la votación a favor de la nueva regulación fue contundente, el proyecto no estuvo exento de críticas de forma y fondo. En primer lugar, hace unas semanas, cuando se hizo la primera socialización del proyecto, los gremios empresariales brincaron porque no los habían tenido en cuenta en la discusión, a pesar de que en el Concejo había una comisión accidental para hablar del tema desde el año pasado.
Entre las preocupaciones de los empresarios estaba que no había claridad en la manera cómo se iban a hacer cumplir las normas y, además, no estaban de acuerdo con que la reglamentación del espacio publicitario fuera del resorte exclusivo de la administración pública.
Sin embargo, esas diferencias con el sector privado, al parecer, se subsanaron en los últimos días.
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Los que definitivamente no quedaron de acuerdo con el proyecto fueron los concejales Farley Macías (Liberal) y José Luis Marín (Pacto Histórico), quienes votaron negativo alegando que estas nuevas normas iban en contravía con las leyes de carácter nacional que regulan el tema.
Esto sumado a lo que consideran una falta de claridad y contundencia de los controles de la publicidad, lo que podría vulnerar el derecho a un ambiente sano, no solo dañando la estética del paisaje urbano, sino afectando la salud de las personas y los animales.
Además, reclamaron por la ausencia de mecanismos de participación y control ciudadanos en estas iniciativas, pues estos no hacen parte de la Comisión y tampoco quedó claro cómo pueden actuar en contra de una publicidad que eventualmente los pueda afectar. Además, dicen, no hay claridad sobre los impactos ambientales, urbanísticos o de salud que pueda generar esta nueva regulación.
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En Chile las luces se apagan a medianoche
En octubre del 2024, en Chile empezó a regir una ley contra la contaminación lumínica que incluye, entre otras restricciones, que desde la medianoche y hasta las 7:00 a.m. las pantallas publicitarias y los focos de los escenarios deportivos deben apagarse, no solo para disminuir sus efectos nocivos en el ambiente sino para reducir las distracciones visuales y mejorar la seguridad vial. Entre los beneficios de esta nueva ley, el gobierno chileno destacó que mejorará la observación astronómica, protegerá zonas de biodiversidad y disminuirá los impactos negativos en la salud. Además, publicó estudios que demuestran que la luz blanca fría es la más contaminante, por lo que buscarán que el alumbrado público transite hacia la luz cálida.
