Encicla es uno de los programas públicos que más se ha deteriorado en Medellín en los últimos años. El sistema de bicicletas públicas y gratuitas, que prometía transformar la movilidad de la ciudad, arrastra desde hace un lustro graves problemas de operación (daños mecánicos, vandalismo, robos) que han hecho que los usuarios caigan más de la mitad, a pesar de que cada año hay noticias de millonarias inversiones en nuevas estaciones y bicicletas.
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Según cifras del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, el año pasado se registraron apenas 1,4 millones de préstamos por parte de 34.966 usuarios, cifras que siguen pronunciando una caída que empezó en 2020, tras la pandemia, pero que cuatro años después no ha podido revertirse. Además, entre los usuarios son frecuentes las quejas en redes sociales por la poca disponibilidad de bicicletas en algunas zonas de la ciudad, estaciones que no están en funcionamiento o el mismo estado de las bicicletas.
En un recorrido que hizo el equipo de fotografía de EL COLOMBIANO por las estaciones del Centro las encontró vacías, tomadas por habitantes de calle o vendedores informales. Mientras tanto, todos los años hay noticias de la apertura o puesta en funcionamiento de nuevas estaciones, por ejemplo, el año pasado se pusieron en funcionamiento en La Playa, la Terminal del Sur y la Casa de la Cultura de Los Colores. Precisamente la de La Playa fue una de las que encontramos desoladas.
Como si fuera poco, en el plan de desarrollo del alcalde Federico Gutiérrez no quedó proyectada la construcción de nuevos kilómetros de ciclorruta sino el mantenimiento a la red existente. Además, desde la veeduría Todos por Medellín señalaron que para este año el presupuesto para el programa es de $14.597 millones, 25% menos de lo que había asignado en el 2024. ¿Se quedó en buenas intenciones el uso de la bicicleta en Medellín?
A pesar de la caída en los usuarios, desde el Área Metropolitana dicen que el sistema “no está de capa caída”, sino que el deterioro fue tan grande en el último cuatrienio que su recuperación tardará más que un año. Según dice, encontraron el 87% de las estaciones en mal estado y actualmente hay 133 funcionando.
Sin embargo, sobre las que siguen fuera de servicio indicó que es porque están en un proceso jurídico por problemas con el contratista y que por eso no están en funcionamiento. Además, de 663 bicicletas que compró la pasada dirección del Área (Juan David Palacio) en noviembre de 2023, 524, es decir el 79%, no se han podido estrenar. Sobre las estadísticas y la caída de los usuarios, Paula Palacio, directora de la entidad, pone en duda su veracidad pues dice que hay grandes deficiencias en la información, pues hay en el sistema cuatro tecnologías distintas para recolectar datos y estas no están conectadas entre sí, por lo que el conteo que están haciendo es casi que manual.
Contrario a esa posición optimista de Palacio respecto al sistema, expertos y activistas de movilidad como el exconcejal Daniel Duque y el profesor y exsecretario de Movilidad Carlos Cadena, coinciden en que el sistema de bicicletas públicas efectivamente pasa por uno de sus peores momentos, pero que esto no significa ni que la gente en Medellín ya no quiera montar en bicicleta ni que la ciudad deba dejar de insistir para que este medio de transporte siga creciendo. De hecho, los datos disponibles demuestran que más gente en Medellín se moviliza en bicicleta: en 2017 era solo el 1% de la población, en 2022 subió al 3% según la encuesta origen destino que este año se realizará de nuevo.
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“La baja en los usuarios de Encicla no es porque la gente no vea en la bici una opción, es más bien porque la calidad en la prestación del servicio desmejoró”. Duque además señaló que aunque la actual administración no tiene planeado construir nuevas ciclorrutas, Medellín tiene un POT que establece que la ciudad debería tener 400 kilómetros en 2030 y hasta ahora tiene apenas 116 kilómetros, de los cuales buena parte están en mal estado o abandonados. “Mientras tanto uno sí ve al Área Metropolitana gastándose miles de millones en intercambios viales, construyendo grandes obras para vehículos particulares, como el intercambio vial de Ayurá que es un desastre”, agregó Duque.
Por su parte, Cadena señala que la mala hora de Encicla no significa necesariamente que la gente se esté bajando de la bicicleta, aunque reconoce que la ciudadanía, que es la que más ha impulsado los medios de transporte alternativo, sí ha perdido entusiasmo que, ante la crisis ambiental que se hace cada vez más grave, hay que recuperar cuanto antes.