Motos Para empezar Kawasaki enfatiza el inconfundible estilo Sugomi (ese que describe el aura intensa o la energía que desprende un objeto y que el espectador percibe) de la ‘streetfighter’ que en España lleva años siendo superventas en la cilindrada. No era tarea fácil para no perder del todo el toque gamberro del modelo, uno de sus puntos más fuertes.
La Z900 gana en presencia con un estilo que no pierde agresividad, pero que suaviza algunos de sus cortes para que gane presencia su afilado y futurista frontal acompañado todo de toques metálicos -como en las cubiertas laterales-que le aportan un claro plus de calidad. Como nota destacada, también en la parte estética, una que tiene a la parroquia revolucionada: la óptica trasera (que es de ledes y con guía de luz) abandona la emblematica ‘Z’.
En la parte técnica destaca la incorporación de la IMU que modela ahora el comportamiento de toda la tecnología de asistencia electrónica a la conducción empezando por poder disfrutar de un acelerador electrónico: ABS, modos de potencia, control de tracción, las ayuda en los giros... Por primera vez, además, la Z900 incorpora control de crucero y cambio ‘quick shift’ (bidireccional) de serie.
Todo para sacarle el mayor partido a su tetracilíndrico de 948 cc, y que pasa por el filtro de la Euro5+ para entregar ahora 124 CV de potencia en las 9.500 vueltas con casi 95 Nm de par motor máximo. Eso sí, con una revisión para que este sea más completo en régimen medio y con un ajustede la ECU que reduce el gasto de combustible en un 16%, con un 11,3% menos de emisiones de CO2.
Su esqueleto de acero ha sido revisado por completo y ahora tiene un basculante que pierde verticalidad, ganando espacio para el asiento que es ahora más mullido, más ancho (y cómodo, a 830 mm del suelo) y con menor arco para favorecer la postura y el cambio de posición en las curvas.