Una mujer estadounidense que recibió un trasplante de riñón de cerdo tuvo que ser operada para retirarle el órgano porque su cuerpo empezó a rechazarlo luego de cuatro meses, lo que constituye, sin embargo, un récord de tiempo, anunció el Hospital Langone de la Universidad de Nueva York que realizó la intervención.
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Towana Looney, una mujer de 53 años de Alabama, había sido trasplantada a fines de noviembre con un riñón de cerdo modificado genéticamente, una práctica todavía muy experimental pero que permite albergar la esperanza de responder a la escasez crónica de órganos.
El hecho de tener que retirar el riñón demuestra lo lejos que se está del objetivo, pero el escenario es alentador: el órgano desempeñó sus funciones durante un tiempo récord de 130 días, es decir, más de cuatro meses.
“Por primera vez desde 2016, pude disfrutar de mis amigos y mi familia al disponer de tiempo, sin tener que planificarlo todo en torno a los tratamientos de diálisis”, contó la paciente en un comunicado compartido por el Hospital Langone de la Universidad de Nueva York.
Looney añadió que está “muy agradecida (...) a pesar de que el resultado no fue el que todos esperaban”.
La mujer donó uno de sus riñones a su madre en 1999 y llevaba ocho años en diálisis después de que una complicación durante el embarazo dañara el que le quedaba.
Ante la imposibilidad de encontrar un donante compatible, fue autorizada a recibir un riñón modificado genéticamente. La operación se realizó el 25 de noviembre de 2024.
A pesar de los alentadores resultados iniciales, “a principios de abril experimentó una disminución de la función renal debida a un rechazo agudo”, dijo su cirujano, Robert Montgomery, en el comunicado.
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