El ayatolá ha sido advertido por Estados Unidos, quien ha manifestado saber cuál es el escondite de la figura más poderosa de la nación persa.
El conflicto entre Israel e Irán cada vez aumenta la intensidad con más bombardeos, ataques a hospitales, medios y centrales nucleares y amenazas de parte de líderes de ambas naciones. Por un lado, está Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, que ha tratado a las autoridades iraníes como dictadores terroristas. De parte de Irán, la máxima autoridad es el ayatolá Ali Jamenei.
El ayatolá, una figura de liderazgo dentro del islam chiita, es el segundo líder supremo de Irán desde la revolución islámica de 1979. Sucedió al ayatolá Ruhollah Jomeini en 1989, y desde entonces ha capeado sanciones, tensiones internacionales y protestas reprimidas con sangre, siendo las últimas en 2022-2023, contra la política del velo impuesto a las mujeres.
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En este territorio, el título de ayatolá se reserva para quienes son reconocidos como intérpretes de la ley islámica y se le reserva a clérigos (sacerdotes) que alcanzan un alto conocimiento en jurisprudencia islámica, teología y filosofía religiosa.
Ante este reconocimiento como guía espiritual, Ali Jamenei tiene la autoridad para emitir decretos religiosos o legales, los cuales son llamados fatwas. Dicha facultad hace que este cargo concentre un poder religioso y político-militar casi absoluto en el país.
Esto ha provocado que en medio del conflicto entre israelíes e iraníes sea uno de los objetivos principales para las tropas de Netanyahu y sus aliados, siendo así un blanco de advertencias por parte de Israel y sus aliados.
“Sabemos exactamente dónde se esconde el llamado ‘Líder Supremo’. Es un blanco fácil, pero allí está a salvo. No vamos a eliminarlo (¡matarlo!), al menos no por ahora”, fue una de las amenazas por parte de Donald Trump a través de sus redes sociales oficiales.
Jamenei es un veterano de la guerra contra Irak (1980-1988) que no ha viajado al extranjero desde que asumió el cargo hace 36 años, y en 1981 sobrevivió a un intento de asesinato, que le dejó el brazo derecho paralizado. Cualquiera de sus movimientos está envuelto de secretismo y un importante dispositivo de seguridad.
Durante décadas, Jamenei logró mantener el país a salvo de conflictos directos, al tiempo que su régimen patrocinó a los enemigos de Israel -el Hamás palestino, el Hezbolá libanés, los hutíes de Yemen- y al régimen sirio del clan Asad, derrocado el pasado diciembre por una coalición de grupos islamistas.
Sin embargo, con los socios de Irán debilitados por Israel desde que empezó la guerra en Gaza en octubre de 2023 y los actuales ataques del Estado hebreo, la situación ha cambiado por completo.
Para expertos, son “muchos iraníes quieren que termine la república islámica. Pero la mayoría no quiere que esto se logre a costa de sangre y guerra”, así lo declaró Holly Dagres, del Washington Institute para AFP.
Con este panorama, en caso de una caída del ayatolá podría generar un cambio de régimen, algo que es considerado como un error para gobernantes europeos y líderes de la oposición iraní que están en el exilio a causa del régimen.
“El mayor error ahora sería buscar un cambio de régimen en Irán por medios militares porque eso conduciría al caos”, afirmó en la cumbre del G-7 en Canadá Emmanuel Macron, presidente de Francia.
Por otro lado, para el Consejo Nacional de la Resistencia Iraní (CNRI), le corresponde al pueblo iraní derrocar al régimen islámico de su país.
Lejos de una alternativa democrática, en caso de que en Irán caiga su líder supremo, hay varias organizaciones poderosas que asumirían el poder en la nación persa.
Una de ellas sería los Guardianes de la Revolución o Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), una fuerza militar de élite que ha estado al servicio del líder supremo y que, separado de las fuerzas armadas regulares de Irán, cuenta con su propio ejército, fuerza aérea, marina y cuerpo de inteligencia.
Otra entidad sería el Ejército regular de Irán, poniendo esto un panorama desalentador para esta nación en donde se pasaría de un régimen teocrático a una dictadura militar.
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*Con información de AFP
